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29 de junio de 2022

Covid: mayor riesgo de complicaciones con las reinfecciones

Un estudio muy interesante fue publicado en Estados Unidos. No pocos piensan que tras una infección por Covid-19 el sistema inmunitario promueve una más solida defensa para infecciones posteriores, y también disminuye la gravedad de futuras reinfecciones. Sabemos que con la variante ómicron, y sus subvariantes en especial, esto ha cambiado. Las reinfecciones son ahora un problema más frecuente de lo que eran antes, y este estudio pone en duda la "benignidad" de las futuras reinfecciones.

El estudio desde la Administración de Veteranos de Estados Unidos compara las reinfecciones del Covid-19. En la cohorte estudiada 257 mil personas han tenido al menos una infección, mientras que 39 mil tuvieron 2 o más. Se cotejaron con un grupo control de 5.4 millones de personas para estimar a 6 meses la probabilidad de hospitalización, muerte y otros resultados de salud. 

El primer resultado es la comparación de personas vs aquellas con una sola reinfección. En donde se duplica la mortalidad y los eventos cardiovasculares y pulmonares. Y se triplica, entre otros, el riesgo de hospitalización.

Este es el gráfico:
A la izquierda se ve como aumenta la probabilidad para varios resultados tras la reinfección, comparándolo con una infección que se marca en la línea de puntos con un número 1. A la derecha, seguramente más simple de ver, se observa la carga por ese problema cada 1000 personas. 

El otro dato que resulta de comparar las reinfecciones vs 1 infección, es que los síntomas se incrementan. Aunque el impacto inicial es el más importante se observa un mayor riesgo a lo largo de los 6 meses de seguimiento.
Y por último una curva de dosis-respuesta de las reinfecciones múltiples. Es decir que, a mayor cantidad de reinfecciones hay un incremento gradual del riesgo relativo (a la izquierda) como absoluto (a la derecha) de varios resultados que se midieron. Seguramente este gráfico es más simple porque en verde están aquellos con 1 infección, en naranja con 2, quedando en violeta aquellos que  tuvieron 3 o más reinfecciones. 


Las reinfecciones antes de la variante ómicron eran muy raras, de alrededor del 0.5%, pero a medida que aparecieron nuevas subvariantes el escape inmunológico es mayor. No solo a las vacunas, sino también a la inmunidad natural. En Estados Unidos a la infección inicial por BA.1, le siguió otra por BA.2 (como existe hoy en Argentina), que luego fue reemplazada por BA.2.12.1 y que ya está siendo reemplazada por BA.4 y BA.5. De más está decir que poco sabemos sobre el riesgo de reinfección entre las subvariantes, aunque se cree que la inmunidad cruzada puede ser alta entre ellas. Sin embargo las reinfecciones son más frecuentes y estos datos importan, porque en el último año hemos seguido prácticamente el mismo patrón de infecciones de Estados Unidos aquí en Argentina.

Esta información debe cotejarse con otra, publicada en The Lancet, que nos informa de un 50% menos de probabilidades de padecer síntomas de Long Covid tras la infección con delta (10.8%) vs la variante ómicron (4.5%). Pero los autores advierten que aunque la frecuencia se reduce dado el mayor número de infecciones y reinfecciones los números absolutos del Long Covid son mayores.

Eric Topol señala su preocupación en base a un artículo Nature ya que las nuevas vacunas que se están probando en base a ómicron, están siendo realizadas en base a BA.1 y no en base a las últimas subvariantes detectadas y podría obtenerse una inmunidad subóptima frente a estas nuevas subvariantes. Además que no contemplar a futuras mutaciones.

Tan grave como esto es que ya puede observarse el declive de la efectividad contra la hospitalización, en particular en pacientes inmunocomprometidos que tienen 3 dosis. En esto hay una mezcla de: 1. Nuevas subvariantes, 2) Desvanecimiento de la inmunidad y 3) menor capacidad de respuesta inmunitaria por parte de algunos grupos de inmunocomprometidos. 

En Argentina ya no tenemos datos de cuanto es el porcentaje de población con 3 y con 4 dosis, ya que se reportan juntas, pero seguramente es más bajo de lo esperado.

Eric Topol expresa la frustración de muchos, ya que existe más que la sensación de que no se están buscando nuevas vacunas, pancoronavirus, con la agresividad que se desea. Siempre estamos frente a la posibilidad de nuevas variantes que nos hagan retroceder al menos 1 año atrás, cuando la mayoría no se había vacunado. Tampoco existe ninguna estrategia para mejorar la ventilación, aunque un avance en ese tema ha sido la provisión de medidores de CO2 en todas las aulas en una provincia Argentina. Sin duda que el primer paso para solucionar un problema es diagnosticarlo. Asi y todo no existe un acuerdo en Argentina de cuando se debieran disparar las alertas para reinstalar el uso de mascarillas obligatorias, aunque uno espera que esas alertas no existan mucho más, lo más realista es preverlas. 

Infecciones, reinfecciones y ahora más casos de Covid Persistente es lo que aparece en el futuro inmediato, mientras la inmunidad se desvanece, más temprano en algunos grupos, y aumenta el escape inmunológico con las nuevas subvariantes. 

Referencias

1. Ziyad Al-Aly, Benjamin Bowe, Yan Xie et al. Outcomes of SARS-CoV-2 Reinfection,
17 June 2022, PREPRINT (Version 1) available at Research Square

2. Antonelli M, Pujol JC, Spector TD, Ourselin S, Steves CJ. Risk of long COVID associated with delta versus omicron variants of SARS-CoV-2. Lancet. 2022 Jun 18;399(10343):2263-2264. doi: 10.1016/S0140-6736(22)00941-2. 

3. Cao, Y., Yisimayi, A., Jian, F. et al. BA.2.12.1, BA.4 and BA.5 escape antibodies elicited by Omicron infection. Nature (2022). https://doi.org/10.1038/s41586-022-

4. Vaccine Effectiveness of Primary Series and Booster Doses against Omicron Variant COVID-19-Associated Hospitalization in the United States. Katherine Adams, Jillian P. Rhoads, Diya Surie, Manjusha Gaglani, Adit A. Ginde, Tresa McNeal, Shekhar Ghamande, et al. 

5. Natural and hybrid immunity following four COVID-19 waves in a South African cohort
Heather J ZarRae MacGintyLesley WorkmanMaresa BothaMarina JohnsonAdam HuntTiffany BurdMark P NicolStefan FlascheBilly J QuiltyDavid Goldblatt

9 de mayo de 2022

Alopecia y covid

Sandra López-León y su grupo estimaron que sobre más de 48 mil personas mayores de 17 años que padecieron la infección por SARS-CoV-2  la alopecia era uno de los síntomas más frecuentes del Covid persistente con una frecuencia de aparición del 25% . La revisión fue publicada en 2021 y se ha erigido como una referencia en el estudio del problema de las secuelas del Covid-19.

Más recientemente una revisión sistemática sobre alopecía y Covid-19 agrupó a 1826 pacientes de 41 estudios distintos publicados hasta fines de agosto de 2021. Los pacientes tenían un rango de edad entre 7 y 100 años, pero el promedio fue de 54 años, prácticamente repartidos por igual entre ambos sexos. 

Los reportes incluyeron distintos tipos de alopecia, entre los que se cuentan: alopecia androgénica, alopecia areata, efluvio telógeno, efluvio anágeno y alopecia inducida por presión.

Alopecia androgénica como factor de riesgo del Covid-19

La alopecia androgénica se ha notificado también como un factor de riesgo más que una secuela del Covid-19, aunque no se pudo establecer la gravedad de la enfermedad. En este estudio todos los pacientes con alopecia androgénico ya tenían el diagnóstico antes de infectarse. Al menos un 75% de los pacientes graves que requirieron hospitalización tenían un diagnóstico de alopecia androgénica, aunque los autores se han cuidado de no establecer una relación causal. 

Las terapias anti androgénicas podrían proteger contra el Covid-19 según dos estudios e incluso podría disminuir la gravedad. Los pacientes que recibían esta terapia por cáncer de próstata parecen haberse internado menos y pacientes que recibían proxalutamida tuvieron hasta un 91% menos de hospitalizaciones en el mes siguiente a su administración.

El efluvio telógeno es activado por el Covid-19 
 
El efluvio telógeno es una secuela del Covid-19, probablemente desencadenado por la tormenta de citoquinas que se produce. Ningún paciente de este grupo lo padecía antes de la infección por Covid-19. La duración de los síntomas fue de casi 2 meses, algo menor a la reportada por otras causas.
 
Se cree que el mecanismo de la asociación entre el Covid-19 y el efluvio telógeno se relaciona con la regulación al alza de las citocinas proinflamatorias, incluidas la interleucina 1b, la interleucina 6, el factor de necrosis tumoral-α y el interferón gamma, que pueden inducir el desarrollo de catágenos y el posterior efluvio telógeno. 
 
La gran proporción de mujeres observadas con efluvio telógeno en esta revisión, 80%, puede deberse a diferencias de sexo en las respuestas inmunitarias, aunque también es más probable que las mujeres noten el adelgazamiento del cabello antes que los hombres o la pérdida de densidad capilar (y, por lo tanto, más probabilidades de buscar tratamiento) o ser más susceptible a efluvio telógeno debido a los cambios hormonales posparto. En otra revisión (Hussein et al) las mujeres representaron  dos tercios de los casos.

La alopecia areata empeora por el Covid-19

La alopecia areata generalmente ocurrió en más del 99% de los casos como una recaída de un diagnóstico preexistente de alopecia androgénica, en lugar de síntomas de nueva aparición desencadenados por Covid-19.
 
El 95% de los pacientes infectados tenía un diagnóstico anterior de alopecia areata. La recaída fue de hasta en un 42% de los casos. Ya se había observado un fenómeno parecido con el virus de Epstein-Barr, el citomegalovirus y la vacunación contra la hepatitis B.
 

El mecanismo de la alopecia areata es una reacción autoinmune relacionada con la pérdida del privilegio inmunitario de los folículos pilosos en la etapa anágena. 
 
Limitaciones del estudio
 
La revisión se baso en varios informes de casos y series con poco número de pacientes. Aunque también hay estudios de más de 100 pacientes que pueden ejercer una influencia desproporcionada en los datos en comparación con informes de casos y series con menos pacientes, ya que aproximadamente el 75 % de los pacientes incluidos en la revisión provienen de solo aproximadamente el 15 % de los artículos. Por otra parte los estudios originales provienen de estudios transversales lo que puede haber afectado al muestreo y no ser representativo de lo que sucede. 
 
Aunque este informe se basa solo en datos descriptivos es el primero que resume muchas de las manifestaciones capilares relacionadas con el Covid-19. 
 
Artículos relacionados
 
Referencias

1. Nguyen B, Tosti A. Alopecia in patients with COVID-19: A systematic review and meta-analysis. JAAD Int. 2022 Jun;7:67-77. doi: 10.1016/j.jdin.2022.02.006. Epub 2022 Feb 22. PMID: 35224518; PMCID: PMC8860672.
 
2. Hussain N, Agarwala P, Iqbal K, Omar HMS, Jangid G, Patel V, Rathore SS, Kumari C, Velasquez-Botero F, López GAB, Vishwakarma Y, Nipu AP, Ahmed NK. 'A systematic review of acute telogen effluvium, a harrowing post-COVID-19 manifestation. J Med Virol. 2022 Apr;94(4):1391-1401. doi: 10.1002/jmv.27534. Epub 2021 Dec 28. PMID: 34931698.
 
3. Alopecía areata y psorias: Aram K, Patil A, Goldust M, Rajabi F. COVID-19 and exacerbation of dermatological diseases: A review of the available literature. Dermatol Ther. 2021 Nov;34(6):e15113. doi: 10.1111/dth.15113. Epub 2021 Sep 7. 
 
4. Christensen RE, Jafferany M. Association between alopecia areata and COVID-19: A systematic review. JAAD Int. 2022 Jun;7:57-61. doi: 10.1016/j.jdin.2022.02.002. Epub 2022 Feb 10. PMID: 35165668; PMCID: PMC8828419.
 
5. Lopez-Leon S, Wegman-Ostrosky T, Perelman C, Sepulveda R, Rebolledo PA, Cuapio A, Villapol S. More than 50 long-term effects of COVID-19: a systematic review and meta-analysis. Sci Rep. 2021 Aug 9;11(1):16144. doi: 10.1038/s41598-021-95565-8. PMID: 34373540; PMCID: PMC8352980.

4 de abril de 2022

Complicaciones cardíacas del Covid


A la larga lista de síntomas neurológicos, psicológicos y respiratorios, entre otros, del Covid persistente es necesario agregar los síntomas cardiológicos. 

Para ello un grupo de investigadores analizó una base de datos de la  Administración de Veteranos de EE. UU. y compararon a 153,760 personas que habían padecido Covid-19 con casi 6 millones de pacientes que no tenían infección por COVID-19. El 90% de los pacientes eran hombres, con un promedio de edad de 61 años. Los efectos se midieron hasta un año de pasada la infección. Notaron que el grupo infectado con COVID-19 tenía más resultados cardiovasculares en todos los ámbitos que aquellos que no tenían COVID-19. Estos son solo algunos de los eventos comunes:

  • Accidente Cerebro Vascular (1,52 veces más)
  • Infarto de miocardio (1,9 veces más )
  • Arritmias ventriculares (1.6 veces más)
  • Insuficiencia cardiaca (2.3 veces más )
  • Miocardiopatía /2.4 veces más)
  • Fibrilación auricular  y flutter auricular (2.4 veces más )
  • Embolia pulmonar (2,6 veces más)
  • Miocarditis (4.4 veces más )
  • Mortalidad 1.6 veces más

Por lo tanto, haber tenido COVID-19 aumentó el riesgo de todas estas complicaciones entre un 50% y un 70%. Sin embargo, en el caso de embolia pulmonar y miocarditis, el riesgo se incrementó en un 290 % y un 530 %, respectivamente. Por lo tanto, hay consecuencias a largo plazo de haber tenido COVID-19.

Los pacientes más graves tuvieron más riesgos de padecer complicaciones cardíacas. El estudio enfocó particularmente a los pacientes con miocarditis, y encontró que la incidencia era mayor independientemente del estado vacunal de los mismos. La miocarditis también es una complicación por la infección de varios virus como el de la influenza, parvovirus, B19, virus de herpes humano, virus de Epstein-Barr, adenovirus, enterovirus, coxsackie, citomegalovirus, adenovirus y también el SARS-CoV-2.

Los pacientes que fueron internados tuvieron más riesgo de padecer complicaciones, excepto para miocarditis, donde el riesgo es por igual para internados y para pacientes ambulatorios. El estudio de Wang excluyó personas vacunadas, y tomó datos de 1.3 millones de Estadounidenses hasta marzo de 2022.

Vale decir aquí que un reciente estudio (PCOR-Net) valoró directamente el riesgo de miocarditis por infección vs. miocarditis por vacunas, y encontró en varones de 12 a 17 años un riesgo entre 1.8 a 5.6 veces mayor de miocarditis por infección que luego de una segunda dosis de una vacuna, mientras que en varones entre 18 y 29 años el riesgo es de 7 a 8 veces mayor con la infección.
Los investigadores también se sorprendieron al ver riesgos elevados para las personas que no fueron hospitalizadas por COVID-19 durante la fase aguda, el segmento que representa a la mayoría de las personas con infección por SARS-CoV-2. 
Sin embargo, el estudio no analizó las infecciones sintomáticas frente a las asintomáticas, un área potencial para futuras investigaciones.
El riesgo de padecer problemas cardíacos tras el Covid-19 fue igual para los que previamente tenían factores de riesgo cardiovascular como para los que no lo tenían. Los pacientes con riesgo cardiovascular elevado solo fueron más proclives a enfermar gravemente. 
Es tal la magnitud de los hallazgos que los mismos autores del estudio creen que haber padecido Covid-19 constituye ahora otro factor de riesgo cardiovascular. 
Ya se había realizado otras revisiones en donde se había puesto de relevancia el problema. Con lo que claramente el Covid persistente es un síndrome complejo y sistémico, que excede a los más conocidos signos y síntomas neurológicos o cognitivos. 

Referencias

1. Xie Y, Xu E, Bowe B, Al-Aly Z. Long-term cardiovascular outcomes of COVID-19. Nat Med. 2022 Mar;28(3):583-590. doi: 10.1038/s41591-022-01689-3. Epub 2022 Feb 7. PMID: 35132265.

2. Abbasi J. The COVID Heart—One Year After SARS-CoV-2 Infection, Patients Have an Array of Increased Cardiovascular RisksJAMA. 2022;327(12):1113–1114. doi:10.1001/jama.2022.2411

3. Raman B, Bluemke DA, Lüscher TF, Neubauer S. Long COVID: post-acute sequelae of COVID-19 with a cardiovascular focus. Eur Heart J. 2022 Feb 18:ehac031. doi: 10.1093/eurheartj/ehac031. https://bit.ly/3v9KdVK

4. Block JP, Boehmer TK, Forrest CB, et al. Cardiac Complications After SARS-CoV-2 Infection and mRNA COVID-19 Vaccination — PCORnet, United States, January 2021–January 2022. MMWR Morb Mortal Wkly Rep. ePub: 1 April 2022. DOI: http://dx.doi.org/10.15585/mmwr.mm7114e1

5En particular, los cocientes de tasas de incidencia para una primera embolia pulmonar fueron 36 durante la primera semana después de covid-19 y 46 durante la segunda semana. Los índices de incidencia durante los días 1 a 30 después de covid-19 fueron 6  para trombosis venosa profunda, 31para embolia pulmonar y 2,48 para hemorragia. De manera similar, los cocientes de riesgo durante los días 1 a 30 después de covid-19 fueron 4,98 (4,96 a 5,01) para trombosis venosa profunda, 33,05 (32,8 a 33,3) para embolia pulmonar y 1,88 (1,71 a 2,07) para sangrado, después de ajustar por el efecto de posibles factores de confusión. Las proporciones de tasas fueron más altas en pacientes con covid-19 crítico y más altas durante la primera ola pandémica en Suecia en comparación con la segunda y la tercera ola. En el mismo período, el riesgo absoluto entre los pacientes con covid-19 fue del 0,039 % (401 eventos) de trombosis venosa profunda, del 0,17 % (1761 eventos) de embolia pulmonar y del 0,101 % (1002 eventos) de hemorragia. Katsoularis IFonseca-Rodríguez OFarrington PJerndal HLundevaller E HSund M et al. Risks of deep vein thrombosis, pulmonary embolism, and bleeding after covid-19: nationwide self-controlled cases series and matched cohort study doi:10.1136/bmj-2021-069590

Chen C, Haupert SR, Zimmermann L, Shi X, Fritsche LG, Mukherjee B. Global Prevalence of Post COVID-19 Condition or Long COVID: A Meta-Analysis and Systematic Review. J Infect Dis. 2022 Apr 16:jiac136. doi: 10.1093/infdis/jiac136. 

Una de las últimas revisiones, de la mano del investigador Guan Weijie -del Laboratorio Estatal Clave de Enfermedades Respiratorias de Guangzhou (China) y colaborador del epidemiólogo Zhong Nanshan, rostro de la lucha contra el coronavirus en China-, recoge también síntomas que pueden persistir a medio o largo plazo. Según la investigación, publicada este mes en Archivos de Bronconeumología, los síntomas o signos disminuyen progresivamente a partir de la semana 12 de la infección, pero en algunos casos fluctúan durante más tiempo. “Algunos pacientes informaron síntomas residuales de hasta 6 meses o más, especialmente aquellos con covid-19 grave”, escriben esos autores, y mencionan, junto a los ya citados, alteraciones persistentes del gusto y el olfato “a los 6 meses (7% y 11%, respectivamente), aunque se recuperan progresivamente a partir de entonces”, y pérdida de cabello “en menos del 20% de los pacientes a los seis meses, mientras que disminuyó al 11% al año”. También inciden en que “el 27% de los pacientes padecía un trastorno del sueño a los 6 meses y el 17% aún tenía insomnio al año”. 

Wiemken TL, McGrath LJ, Andersen KM, et al. COVID-19 severity and risk of subsequent cardiovascular events. Clin Infect Dis. 2022 Aug 19. pii: 6671924. doi: 10.1093/cid/ciac661.

Wang W et al. Long-term cardiovascular outcomes in COVID-19 survivors among non-vaccinated population: A retrospective cohort study from the TriNetX US collaborative networks. Published: August 11, 2022. doi: https://doi.org/10.1016/j.eclinm.2022.101619.

en pacientes leves Puntmann, V.O., Martin, S., Shchendrygina, A. et al. Long-term cardiac pathology in individuals with mild initial COVID-19 illness. Nat Med (2022). https://doi.org/10.1038/s41591-022-02000-0

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