El tiempo de recuperación de estas complicaciones varían desde tres meses hasta más de un año, e incluso con reactivaciones tras re-infecciones. El origen podría deberse a un efecto viral directo, inflamación o el impacto del des acondicionamiento fisiológico después de la inmovilidad. Lo cierto es que como toda vez que abundan teorías es porque simplemente no sabemos (1).
Durante más de 6 meses se recolectó información sobre 456.002 pacientes que habían padecido Covid-19 entre Agosto de 2020 y Febrero de 2021 y que visitaron a médicos generales de Inglaterra. El seguimiento máximo de los pacientes fue de más de 9 meses y el 55% fueron mujeres.
El número de consultas en este grupo se vió incrementado en relación al control (pacientes con influenza o con test negativo) y los diagnósticos más comunes fueron pérdida del olfato o el gusto (5.2 veces más), tromboembolismo venoso (3,3 veces), fibrosis pulmonar (2,4 veces) y dolor muscular (1,9 veces más).
Y tras un mes después del diagnóstico de infección aguda en pacientes ambulatorios, los motivos de consulta fueron dolor articular (2,5%), ansiedad (1,2%) y prescripción de antiinflamatorios no esteroides (1,2%).
Entre los pacientes que necesitaron internación también hubo mayor cantidad de consultas al médico de familia por secuelas múltiples. Se encontraron pacientes en este grupo con tromboembolismo venoso (16,2 veces), náuseas (4,6) , prescripciones de paracetamol (3,6), e insuficiencia renal (3,4). Los motivos de consulta más allá de las 4 semana fueron fueron tromboembolismo venoso (3,5%), dolor articular (2,7%) y disnea (2,8%).
En los pacientes ambulatorios ansiedad, depresión, dolor abdominal, diarrea, dolor general, náuseas, opresión torácica y tinnitus se observaron en forma prolongada.
Cuando los pacientes se vacunaron todos los síntomas se redujeron, a excepción del dolor neuropático, el deterioro cognitivo, el uso de opiáceos y el uso de paracetamol. Las tasas de consulta con el médico general también se redujeron para cardiopatía isquémica, asma y enfermedad gastroesofágica.
La disminución de los síntomas tras la vacunación ya se había observado en una cohorte también extensa, aún en aquellos que se vacunaron después de la infección aguda.
Los hallazgos
de Whittaker contrastan con los de estudios publicados
anteriormente sobre covid largo, que muestran no solo
diferencias en el resultado de la enfermedad aguda entre los pacientes
ingresados en el hospital o en la comunidad, sino también diferencias
en las presentaciones clínicas y los patrones de uso de la atención
médica. en los meses posteriores al diagnóstico.
Aunque las tasas de uso de la atención médica y los
síntomas fueron notablemente más bajas que las observadas en otros
estudios y con la expectativa de casos que la variante ómicron puede provocar exigirán una adecuación de los servicios de atención, un abordaje multidisplinario y una visión integral de estos pacientes que no se limite a los aspectos biológicos. Como siempre, pero seguramente en estos pacientes todavía más.
Consultas como ansiedad, depresión o aun la necesidad de más analgésicos, y analgésicos potentes como los opiáceos (aunque esto último pudiera ser una prescripción más frecuente en Inglaterra que en nuestro ámbito) en pacientes ambulatorios obliga a ampliar la respuesta a equipos de salud que aborden las distintas problemáticas que se están abriendo.
La ansiedad y la depresión son ya problemas de salud frecuentes en las consultas, muchas veces los médicos no la diagnósticamos y en otras los pacientes son polimedicados, a la vez que estigmatizados socialmente.
Otro estudio observacional en Estados Unidos ha descripto un riesgo elevado de diabetes en menores de 18 años para aquellos que padecieron una infección aguda, aunque no constituiría parte del síndrome pero seguramente incide sobre este (9).
Una buena noticia es saber que la vacunación, aun en aquellos que ya se han infectado, disminuye la frecuencia de aparición de estos síntomas. Este efecto se observa hasta tres meses después de haberse infectado, aunque los mayores beneficios para reducir al menos un síntoma se observan al mes.(4) Y aunque no fue evaluado en el estudio inglés, un estudio israelí ha revelado que la disminución puede ser de hasta alrededor de un 60% de los síntomas tras la administración de dos dosis de vacuna anti Covid. (8)
Como en estudios previos (3), se observaron tres patrones de covid prolongado: síntomas orgánicos específicos, como cansancio, anosmia y ageusia, dolor torácico, palpitaciones, dolor de cabeza, erupción cutánea, mialgia y artralgia; hallazgos objetivos de deterioro de la salud mental , como ansiedad, depresión, dolor no orgánico y fatiga; y deterioro neurocognitivo como la "niebla mental" observada con mayor frecuencia en las cohortes ingresadas en el hospital.
En el estudio de Whittaker et al, no agrupa síntomas autoinformados, sino lo que los propios médicos revelan tras una consulta médica y en esto se diferencia de otros grandes estudios que se han realizado sobre el tema. En este estudio los pacientes tenían más comorbilidades, más altas tasas de hipoxia y enfermedad clínica más grave que en otros estudios.
Los síntomas como
pérdida del gusto y del olfato, artralgia, disnea, tromboembolismo
venoso, tos, fatiga, dolor e insomnio fueron notificados con mayor
frecuencia en el grupo que recibió hospitalización. Pero llama la atención que el cansancio, uno de los síntomas cardinales en otros estudios, no haya aparecido en este.
Los pacientes que no ingresaron en
el hospital parecían tener tasas más altas de ansiedad y depresión
diagnosticadas, aunque las causas de estas no se exploraron más a fondo.
El enfoque biologicista generalizado en la atención médica debe encontrar su contraparte en un abordaje que tenga en cuenta también el relato de como lo vive el paciente (dolencia) y no solo de la enfermedad, asi como saber interpretar la pobre calidad de vida que estos pacientes reportan. Sin duda un abordaje centrado en las personas más que en la enfermedad daría hasta una mayor efectividad clínica en el abordaje de estos pacientes. Algo difícil de pensar en un momento en que el tiempo de la consulta es un poco más que breve.
Investigaciones como las de Whittaker, deben acompañarse de más estudios que incluyan las narrativas de los pacientes, que permitan destacar entre gestores y decisores la complejidad de este nuevo, aunque ya muy conocido síndrome.
A pesar de los años que los médicos generales y de familia venimos sosteniendo un abordaje interdisciplinario y aun trans disciplinario no se ha construido un lenguaje científico que permita compartir las distintas visiones de como mejorar la salud de las personas, en este caso de los pacientes que están recién comenzando a padecer los síntomas del covid largo.
Y seguramente con este síndrome, el hecho de que aun no exista un nombre consensuado (covid largo, persistente, prolongado, post-agudo, etc) es otro reflejo de que, aunque mucho se hable de esto, para algunos no es un tema relevante durante esta crisis.
Aunque hoy se está hablando de medicaciones específicas para este síndrome, es dificil pensarlo, ya que tampoco hay claridad sobre los procesos fisiopatológicos que dan lugar a este cuadro clínico por demás complejo. Pero aun si lo hubiera no parece ser que el solo tratamiento farmacológico exclusivo pueda llegar a dar respuesta a todos los síntomas que los pacientes están refiriendo.
Referencias
- Long Covid
- Las secuelas de la pandemia por Valeria Román
Sin duda, el modelo que usemos determina lo que reconocemos. Modelos holisticos (mas o menos facil de definir pero MUY dificiles de implementar) como el Biopsicosocial o su evolucion (para mi, claro) a Medicina Basada en la Narrativa pueden ayudarnos a entender, incluir el sufrimiento, las relaciones y orientar el manejo (mucho mas amplio que tratamiento). Por allá a finales de los 80, descubri a Lipowsky y su concepto de Reaccion/respuesta psicosocial a la enfermedad. Puede encontrarse en CAN MED ASSOC J, VOL. 128, MAY 1, 1983 (no se como adjuntarlo aqui). Vale la pena recuperarlo. Tambien otro autor en mi misma añada, finales de los 80, que se llama Barsky, presenta aproximaciones al entendimiento de los pacientes que se comunican de manera dificilmente entendible para los profesionales de la salud (por modelo excluyente de esferas relacionales).
ResponderBorrarHay muchas mas historias y autores pero los dejaremos para otra ocasion...