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10 de marzo de 2022

¿Todas las vacunas contra el covid son iguales?

Establecer si todas las vacunas contra el covid son iguales en su efectividad es un poco más dificil que aceptar el promedio de eficacia que los medios masivos de comunicación nos han contado. Para ello se necesitan algunos criterios iniciales básicos, tales como:

1. Establecer que se va a medir como medida de efectividad: la medida que se ha utilizado a partir de la difusión en la prensa, fue la de la eficacia que mostró en sus ensayos clínicos iniciales para disminuir la infección. Pero la comparación también debe realizarse para otros efectos, tales como la eficacia para prevenir la internación en UCI o la mortalidad.

2. Determinar cuando: esto es relevante por dos razones, la primera es porque ya sabemos que algunos efectos (como prevenir la infección) se pueden perder luego de algunos meses por la disminución de los anticuerpos neutralizantes. Por ello en varios estudios se suele reportar la eficacia cuando la última dosis fue dada más alla de 5 meses o durante los últimos 5 meses. La otra razón es que cada variante del virus ha mostrado un escape inmunológico distinto, por lo que no es lo mismo comparar el invierno de 2021 (donde la variante gama fue predominante) con el verano 2022, donde ha predominado la variante ómicron. Al menos esto es cierto para Argentina.

3. Dónde se va a medir: sin duda la eficacia de las vacunas no es igual según las edades, o la competencia inmunológica de quienes las reciben. Cuando comparamos poblaciones no resulta distinto. No es lo mismo comparar Estados Unidos (con mucha población con comorbilidades como la obesidad y la hipertensión) con la mayoría de los países europeos. Y aun en países europeos, debe tenerse en cuenta que están altamente "envejecidos", que así se los llama cuando la población mayor de 65 años supera el 20% de la población general. En Argentina una pirámide poblacional envejecida es posible ver en la Ciudad de Buenos Aires. Por ello, a fines de comparar la eficacia, resulta más atractivo encontrar estudios donde distintas vacunas hayan sido aplicadas a una misma población. Aunque esto ha sucedido en muchos países no todos los países han publicado sus experiencias.

3. Con qué parametros: este es un tema estadístico, pero no porque sea técnico deja de ser menor. Un estudio en Hungría fue presentado por el Instituto Gamaleya como prueba de la superioridad de Sputnik V frente a Pfizer. La vacuna Sputnik V redujo en un 85.7% las infecciones frente al 83.3% de Pfizer. Sin duda, aunque la diferencia sea de apenas un 2.4%, un número es mayor que otro. ¿Pero así se mide la efectividad en los estudios? La respuesta es NO.

En todos los estudios se reportan otros números que conocemos como intervalo de confianza (al 95%). Este intervalo nos dice que cualquier valor que caiga dentro del rango que el estudio reporta, puede ser cierto en un 95% de las veces. 

En el caso de Sputnik V el intervalo de confianza del 95% , para prevenir la infección, varia entre el 84.4% y el 86.9% . O sea que la eficacia real osciló entre esos dos valores en el 95% de las veces. Al menos para ese momento, para ese lugar y para el efecto que se está midiendo. Un valor de 85% también sería cierto, y otro valor del 86% también. Pero un valor tan alto como el 87% o tan bajo como el 83%, ambos por fuera del intervalo de confianza, solo aparecen en menos del 5% de los casos.

En el caso de Pfizer el intervalo de confianza oscila entre el 82.6% y el 83.9%. Y cuando queremos comparar con otros tratamientos (en este caso vacunas), diremos que son diferentes si el intervalo de confianza de una no se superpone con el otro intervalo. Esto es la forma en que se deben leer, y no otra.

Veamos un estudio que cumple con algunas de las características que pretendemos:

A mitad del año 2021, comenzaron a aparecer los estudios de la "vida real", o estudios de efectividad.  Un estudio relevante es el de Hungria, publicado en Nature,  observó lo sucedido entre enero y junio de 2021 a 3.740.066 personas que recibieron dos dosis de vacunas de Pfizer, Sputnik-V, AstraZeneca, Sinopharm o Moderna. Aunque durante esos meses en Hungría la variante dominante era la alfa,  nos sirve de ejemplo para comparar la efectividad de distintas vacunas en la vida real.

La efectividad ajustada contra la infección varió entre el 68,7% y el 88,7. 

La efectividad para prevenir la mortalidad varió entre el 87,8% y el 97,5%. Con una efectividad del 100% en personas de 16 a 44 años para todas las vacunas. Lo que esto último quiere decir que para ese período no hubo muertes entre los vacunados en ese grupo de edad.

Después del ajuste por edad, sexo y día calendario, la efectividad estimada contra la infección por SARS-CoV-2 , para cada una de las vacunas administradas, fue la siguiente: 

Pfizer-BioNTech: 83,3% (IC del 95%: 82,6–83,9%); 

Moderna: 88,7% (IC del 95%: 86,6–90,4%); 

Sputnik-V 85,7% (IC del 95%: 84,3-86,9%); 

AstraZeneca: 71,5% (IC del 95%: 69,2–73,6%); 

Sinopharm: 68,7% (IC 95% 67,2-70,1%) 

Mientras que la efectividad para disminuir la mortalidad reportó esto:

Pfizer-BionTech: 90.6% (IC del 95%: 89.4-91.5%);

Moderna: 93.6% (IC del 95%: 90.5-95.7%);

Sputnik- V: 97.5% (IC del 95%: 95.6-98.6%);

AstraZeneca: 88.3% (IC del 95%: 78.7-93.5%)

Sinopharm: 87.8% (IC del 95%: 86.1-89.4%)

Seguramente volvió a mirar el primer número que es el promedio, pero ya habíamos dicho que lo que importa es el rango (o sea el intervalo de confianza). Prestando atención al intervalo de confianza se puede decir que la efectividad para disminuir la infección fue igual para Moderna y Sputnik-V, y apenas menor para Pfizer, y luego las vacunas de AstraZeneca y Sinopharm, sin diferencias entre ellas.

Recordemos que el estudio fue terminado en Junio de 2021, en ese entonces todavía no era relevante la disminución de los anticuerpos y las vacunas parecian funcionar igual para la variante alfa. Algo que cambiaría con delta y más aun con ómicron, por lo que estos datos son ciertos, pero solo para esa variante alfa y para el tiempo que fue estudiado. Pero fueron relevantes para demostrar que aunque Sputnik-V era apenas mejor que Pfizer, su efectividad era tan buena como la vacuna de Moderna. Pero también es relevante para decir que el desempeño de las vacunas, todas las vacunas utilizadas, era muy alto. Frente a la evasión inmune que hay para disminuir las infecciones frente a la variante ómicron todos estos datos ciertamente han perdido vigencia.

Pero analizando los datos de efectividad para la mortalidad esa diferencia se diluye y al menos 4 vacunas (Sinopharm, Pfizer, Moderna y AstraZeneca) que prácticamente solapan sus intervalos de confianza, por lo que puede decirse que son iguales, y Sputnik-V vuelve a sobresalir y solo solapa su rango de efectividad la vacuna de Moderna.

Si usted es un ser "anumérico", o dicho de otro modo con dificultades para interpretar tantos números no se preocupe: usted es casi normal. Nadie en su sano juicio puede interpretar esos números sin recurrir a un gráfico, que los autores del estudio omitieron. Pero usted puede hacerlo sobre un papel y verá que los intervalos se solapan. Yo lo hice y le comparto el vergonzoso gráfico que hice 👉

Cuando uno lee estos datos o cualquiera siempre es relevante la forma en que son "enmarcados". Uno puede resaltar que la vacuna Sputnik-V es la más efectiva (como presentó el Instituto Gamaleya a este estudio), pero también puede decir que fue tan buena como la vacuna de Moderna, o también decir que las vacunas ARNm no parecen brindar mayor ventaja que las tradicionales.

Pero estos números esconden otras cosas: como que en Hungría, las vacunas de Pfizer y Moderna fueron las opciones preferidas para los pacientes con enfermedades crónicas como diabetes tipo 2 o enfermedades cardiovasculares, que pueden disminuir la eficacia de la vacuna.

Este es uno de los primeros estudios que examinar la efectividad individual de la vacuna Moderna en un entorno del mundo real entre 222,892 personas, de las cuales el 36% tenía 65 años o más. La efectividad general fue del 88,7% contra la infección por SARS-CoV-2 y del 93,6% contra la muerte relacionada con Covid-19 al menos una semana después de la segunda dosis. Los resultados confirman la altísima eficacia de la vacuna de ARNm de Moderna en ensayos clínicos y en entornos del mundo real.

Resalta también la alta efectividad de la vacuna Sinopharm, de la cual se tienen escasos o nulos reportes en otros países. Aunque Machia y Ferrante encontraron en nuestro medio, en ocasión de valorar vacunas alternativas en lugar de la segunda dosis de Sputnik-V en Argentina, que la vacuna de Sinopharm lograba menos antigenicidad que otras que estaban disponibles (AstraZeneca, 2da dosis de Sputnik-V y Moderna). También son escasos los de otra vacuna China (SinoVac) cuyo análisis de efictividad fue más que relevante en un estudio sobre 10 millones de personas en Chile (Jara et al).

Aun cuando el estudio reune a vacunados y no vacunados en un mismo país y con una misma variante puede tener limitaciones importantes. En primer lugar, el período de estudio fue diferente para cada vacuna, por lo que el análisis asume implícitamente que el efecto de cada covariable, incluida la vacunación, es constante durante el seguimiento. En segundo lugar, a pesar de los ajustes por edad, sexo y día calendario, no se incluyeron otras covariables importantes como las comorbilidades, los medicamentos o el estado socioeconómico.

Unos meses después de finalizado el estudio, en noviembre de 2021, Hungría tuvo una ola con la variante delta y en febrero de 2022 otra mayor con la variante ómicron.. Por datos de otros países sabemos que esto erosionó en mucho la efectividad de las vacunas para disminuir la infección.

En febrero de 2022 otro estudio fue publicado sobre Hungría (variantes alfa y delta), donde los autores señalan que la disminución de la efectividad comenzó a caer para todas las vacunas, en especial para AstraZeneca, Sinopharm y Sputnik-V. Por lo que a partir de mediados de agosto de 2021 comenzó a aplicarse una dosis adicional pero solo con vacunas ARNm.


Este último estudio es interesante porque afirma que se recuperó la efectividad para la infección, pero no aportó los números discriminados para cada uno de los efectos con sus respectivos intervalos de confianza. Por los gráficos es posible observar que los intervalos de confianza prácticamente todos se superponen, por lo que pudieran valer las mismas consideraciones que antes. Salvo que esta vez se trata de esquemas de vacunación mixtos o heterólogos.

Argentina también utiliza varias vacunas, aunque recién en 2022 ha agregado masivamente las vacunas ARNm. Las preferencias por marcas son comunes entre los medicamentos habituales en las prescripciones médicas, aunque en Argentina desde el 2002 se puede prescribir por el nombre genérico. Probablemente por que las vacunas son mayoritariamente provistas por el estado ni los propios médicos conocemos, en general, cual es el fabricante para el resto de las vacunas que se están dando en el país. Seguramente la situación de crisis por el virus y la exposición mediática, aunque no se debe descartar  bastante de guerra comercial ha influido en el ánimo de los médicos y la gente en las preferencias por una u otra vacuna. En toda América Latina se instaló entre muchos que "Pfizer es la mejor vacuna", algo que no pudo ser comprobado en este estudio, como tampoco se puede comprobar que Sputnik-V lo sea. Lo que no se debe olvidar es que ambos han tenido problemas de provisión de sus vacunas en la primera mitad del 2021, lo que dió lugar a que muchos países usaran esquemas heterólogos.

Hoy países como Argentina han comenzado a aplicar sus dosis adicionales y de refuerzo con vacunas ARNm, por lo que esta información sería solo relevante para aquellos que aun no hubieran recibido el esquema primario, claro está siempre que pudieran ser capaces de elegir, algo que ha sucedido en varios lugares pero por decisión de autoridades locales. 

Más estudios serían necesarios para ver que ha sucedido durante la última ola con la variante ómicron. Aunque estudios de otros países ya nos adelantan que la efectividad para disminuir la infección cayó para todas las vacunas pero se preserva todavía una alta efectividad para disminuir los casos graves y la mortalidad. Pero en este último efecto la diferencia entre las vacunas no parece mostrar diferencias marcadas ni entre tecnologías usadas ni entre fabricante. 

El monitoreo que muchos países hacen sobre la efectividad en el mundo real sigue siendo necesario para establecer los tiempos de refuerzo, donde la permanencia de la inmunidad en el tiempo será otra de las variables a destacar a la hora de comparar la perfomance de las diferentes vacunas.

1. Vokó Z, Kiss Z, Surján G, Surján O, Barcza Z, Pályi B, Formanek-Balku E, Molnár GA, Herczeg R, Gyenesei A, Miseta A, Kollár L, Wittmann I, Müller C, Kásler M. Nationwide effectiveness of five SARS-CoV-2 vaccines in Hungary-the HUN-VE study. Clin Microbiol Infect. 2021 Nov 25:S1198-743X(21)00639-X. doi: 10.1016/j.cmi.2021.11.011. Epub ahead of print. PMID: 34838783; PMCID: PMC8612758.
 
2. Real-time monitoring of the effectiveness of six COVID-19 vaccines in Hungary in 2021 using the screening method. Krisztina J. Horvath, Tamas Ferenci, Annamaria Ferenczi, Gergo Turi, Gergely Rost, Beatrix Oroszi.
Mahase E. Covid-19: Antibody boost after third dose varies greatly by vaccine, study finds doi:10.1136/bmj.n3011 [Texto completo]
 
4.  Vacunación heteróloga en CABA tras primer dosis de Sptnik V, mayor con vacuna de Moderna y menor con Sinopharm, pero igual con Sputnik y AZ.  Macchia A, Ferrante D, Bouzas MB, et al. Immunogenicity induced by the use of alternative vaccine platforms to deal with vaccine shortages in a low- to middle-income country: Results of two randomized clinical trials. Lancet Reg Health Am. 2022 May;9:100196. doi: 10.1016/j.lana.2022.100196
 
5.  Efectividad de Coronavac en una cohorte de 10 millones de personas en Chile: Jara A, Undurraga EA, González C, Paredes F, Fontecilla T, Jara G, Pizarro A, Acevedo J, Leo K, Leon F, Sans C, Leighton P, Suárez P, García-Escorza H, Araos R. Effectiveness of an Inactivated SARS-CoV-2 Vaccine in Chile. N Engl J Med. 2021 Sep 2;385(10):875-884. doi: 10.1056/NEJMoa2107715. Epub 2021 Jul 7. PMID: 34233097; PMCID: PMC8279092. [Pubmed]
 
6. Andrews N, Stowe J, Kirsebom F, Toffa S, Rickeard T, Gallagher E, Gower C, Kall M, Groves N, O'Connell AM, Simons D, Blomquist PB, Zaidi A, Nash S, Iwani Binti Abdul Aziz N, Thelwall S, Dabrera G, Myers R, Amirthalingam G, Gharbia S, Barrett JC, Elson R, Ladhani SN, Ferguson N, Zambon M, Campbell CNJ, Brown K, Hopkins S, Chand M, Ramsay M, Lopez Bernal J. Covid-19 Vaccine Effectiveness against the Omicron (B.1.1.529) Variant. N Engl J Med. 2022 Mar 2. doi: 10.1056/NEJMoa2119451. Epub ahead of print. PMID: 35249272.
 
7.  Rotshild, V., Hirsh-Raccah, B., Miskin, I. et al. Comparing the clinical efficacy of COVID-19 vaccines: a systematic review and network meta-analysis. Sci Rep 11, 22777 (2021). https://doi.org/10.1038/s41598-021-02321-z

8. Se identificaron siete estudios con 1 366 700 participantes (689 967 participantes en el grupo vacunado y 676 733 participantes en el grupo no vacunado). Hubo 292 incidentes significativos (56 en el grupo vacunado y 236 en el grupo no vacunado) con una razón de riesgo de 0,12 y un intervalo de confianza del 95% de 0,040-0,363. En comparación con ninguna vacuna, todos los tipos de vacunas pueden prevenir eficazmente la tasa de enfermedad grave. YZ, Kuan CC. Vaccination to reduce severe COVID-19 and mortality in COVID-19 patients: a systematic review and meta-analysis. Eur Rev Med Pharmacol Sci. 2022 Mar;26(5):1770-1776. doi: 10.26355/eurrev_202203_28248. PMID: 35302230.


21 de septiembre de 2021

Inmunidad de rebaño

Disminuir la diseminación del SARS-CoV-2 entre personas no vacunadas es uno de los efectos más deseados de las nuevas vacunas. La idea de alcanzar una inmunidad de grupo o rebaño, llegó temprano al pensamiento de médicos, gobiernos y personas en general, seguramente impulsado al principio por las propias estrategias de vacunación de los gobiernos, en particular el británico quien difundió la idea ampliamente.

La inmunidad de grupo se refiere a la disminución de la incidencia de casos de una enfermedad en las personas no vacunadas, como consecuencia de haberse desarrollado inmunidad natural o artificial en un grupo relevante de la población. Esta es entonces un término estadístico, que no necesariamente debe alcanzar un umbral para dispararse, ya que el mismo podría darse también en forma gradual.

Más allá de ser una idea atractiva, también es necesaria para aquellos que aún no tienen vacunas, como los menores de tres años, o en aquellos que no logran una inmunidad adecuada como los inmunodeprimidos. Se debe insistir en que el término es un fenómeno bioestadistico y no biológico como algunos pudieran pensar.

En algunas vacunas no se ha alcanzado, pero tenemos ya experiencia en el sarampión, la viruela y la poliomielitis en que la inmunidad de grupo ha funcionado y más aún, en el caso de la vacunación oral, con virus atenuados, para la polio (vacuna Sabin) queda muy claro que su administración elimina el estado de portador (genera Inmunoglobulina A en la mucosa intestinal del receptor tras ser administrada), por lo que todavia es utilizada en muchos paises. 

La mayoria de las vacunas para niños generan en cierto modo una protección para adultos mayores que no tuvieran inmunidad natural, o bien que perdieron su inmunidad por vacunas por el tiempo transcurrido. En algunos casos, como en la vacuna para el neumococo, se ha visto un incremento de otros serotipos más resistentes, que si bien no afectan a los niños podrian si afectar a ancianos. A esto se lo denomina "presión evolutiva", a lo cual debemos estar siempre atentos, ya que nuevos casos podrían aparecer en otros subgrupos poblacionales, asi como en inmunosuprimidos. 

Se asume que a mayor contagiosidad (mayor R0) de un determinado gérmen, mayor será el número de población necesario para vacunar para lograr este efecto. Se estima que en para el sarampión es de un 90%, y Fauci en Estados Unidos también ha dicho que ese valor debe alcanzar la cobertura de vacunación en el caso de la actual epidemia, lo que resulta todavia muy ambicioso para ese pais. Muchos pensaron que al llegar Israel al 60% de su población vacunada y comenzaron a disminuir los casos en el pais, esta inmunidad habia sido alcanzada, lo que posteriormente fue cuestionado y descartado (9). Otros paises que ahora tienen tasas de vacunación más altas que Israel, están teniendo un número cada vez más alto de casos, pero en algunos disminuyen las internaciones y las muertes. Es seguro que el tema es más complejo que el sólo porcentaje de vacunados en un pais. Vale recordar que Israel superó el 55% de cobertura en Abril de 2021, por lo que los motivos para el crecimiento de casos posterior pueden ser múltiples, como casi todo en medicina. En Israel se pudieran haber conjugado factores tan disímiles como el desvanecimiento de la eficacia (medida por el número de anticuerpos neutralizantes), desventaja del primer jugador (first mover disavantaged), hipercontagiosidad de la variante delta, 37% de su población sin vacunar al comenzar su última ola, corto espacio interdosis (3 semanas) que da lugar a una pérdida de la memoria de células B, menor dosis mRNA (30 µg vs Moderna 100 µg),  levantamiento temprano de medidas de restricción y un 17% de población no elegible para ser vacunada aún. Con la dosis de refuerzo a la población israelí ya no podremos saber lo que hubiera sucedido. De ser asi los paises que debieron aumentar el intervalo interdosis, por razones de abastecimiento, pudieran verse potencialmente e inesperadamente beneficiados, tal es el caso de Argentina.

En el caso de la epidemia por SARS-CoV-2 las vacunas podrian reducir la transmisión hasta en un 30%, en un estudio realizado británico realizado entre Diciembre 2020 y Marzo 2021 entre convivientes de trabajadores de la salud y hecha a conocer por una carta al editor en el NEJM el 8 de Septiembre de 2021. Ya otros estudios (3, 4, 5, 6, 7, 8) en todo el mundo, habian mostrado también una disminución de los contagios en un amplio rango entre 10% y un 90%, pero en todos los casos, al igual que en los de esta carta fueron realizados cuando la variante delta no era la dominante. Sabemos que la carga viral con esta variante es igual en vacunados que en no vacunados (1), y ahora se ha confirmado que las vacunas no disminuyen la transmisibilidad en esta variante.[Lancet] , lo que explica que el número de casos pueda aumentar, sin necesariamente aumentar los casos graves o la mortalidad. La relevancia en la práctica es que esto refuerza el hecho de que estar vacunado reduce pero no evita el riesgo de contagiar, lo que puede ser relevante, en momentos de gran circulación comunitaria por lo que pudiera seguir siendo necesario instaurar periodicamente medidas no farmacológicas. No sabemos aún cual será el desenlace, pero en principio esto debiera alertar para no dar una falsa sensación de seguridad a los vacunados y abandonar totalmente las medidas no farmacológicas que aún mantienen gran efectividad en términos de disminuir la morbimortalidad.

En definitiva, con una variante que suele llegar a los paises con una alta contagiosidad, mala memoria inmunitaria para las infecciones y vacunas que no está demostrado que disminuyan la transmisibilidad en forma significativa, será muy dificil alcanzar esta inmunidad de rebaño, para algunos efectos, cualquiera sea el grado de cobertura vacunal.

Se ha publicado que el porcentaje de personas con dudas para vacunarse en Estados Unidos cayó de un 24% en Julio al 14% en Septiembre, pero el porcentaje de vacunados no parece modificarse significativamente de un mes a otro. Este país ha comenzado a aplicar su dosis adicional, aunque claramente primero debiera reforzar sus estrategias para aumentar la cobertura en el tercio de su población que ni siquiera tienen una dosis, a la vez que mantiene una de las tasas de casos y muertes por millón de habitantes más altos de la región; y en términos absolutos la cantidad de muertos ha superado ya a la cantidad de muertos por la gripe española en 1918.

El aumento de la cobertura vacunal no es el único factor para alcanzar la inmunidad de rebaño, también incide el número de reproducción básico de la infección, la efectividad de las vacunas, la reactividad cruzada de las células T y la memoria inmunitaria. Sobre esto último es temprano aventurarse en cuanto tiempo permanece la inmunidad natural o la adquirida.

Como aumentar esta cobertura vacunal merece un abordaje más profundo. Pero no podemos esperar a que la inmunidad de rebaño aparezca, y tanto gobiernos,  como la sociedad entera, debieran redoblar sus esfuerzos para disminuir el número de indecisos. Asi como los organismos internacionales trabajar seriamente para disminuir la inequidad entre los paises, en estos y otros tantos recursos sanitarios. No se puede convocar en base a una supuesta solidaridad colectiva a futuro. Y si claramente enfatizar que los vacunados están utilizando mucho menos los servicios de emergencia, pero aún es posible saturar los servicios de salud, en cualquier lugar del mundo, con los no vacunados. 

Algunos académicos se han preguntado también cual es el rol de los inmunizados naturalmente, sólo en Argentina eso representa, para fines de Octubre, cerca de un 12% de la población, tomando las cifras oficiales. Y en Estados Unidos cerca de 46 millones de personas. La respuesta empírica, es que la mayoría de quienes padecieron la enfermedad se han vacunado. Mientras se sigue discutiendo cual es el verdadero lugar de la inmunidad natural y la inmunidad híbrida (post-infección más vacuna). Pero aún aunque hubiera una mínima fracción de ellos no vacunados debieran contribuir al porcentaje de inmunizados. Teniendo en cuenta que la inmunidad natural claramente reduce la posibilidad de reinfección (10). El único informe sobre esto lo comunicó la ciudad de Buenos Aires, donde el ministro Fernán Quirós aseguró tener un 89% de la población mayor de 18 años con anticuerpos protectores a fines de Octubre de 2021 (el 10% de los que viven en la ciudad son menores de 18 años) y en Reino Unido se detecta hasta un 94% en adultos. Las políticas globales de vacunación, a excepción de Francia, donde los que padecieron la enfermedad recibieron inicialmente una dosis, parecen haber ido en otra dirección.

Esperemos alcanzar esta inmunidad de grupo con estas vacunas, aunque difícilmente se logrará si las vacunas no ofrecen un mayor grado de protección contra la infección.

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Referencias

1. Griffin S. Covid-19: Fully vaccinated people can carry as much delta virus as unvaccinated people, data indicate doi:10.1136/bmj.n2074

2. Impact of BNT162b2 vaccination and isolation on SARS-CoV-2 transmission in Israeli households: an observational study. Maylis Layan, Mayan Gilboa, Tal Gonen, Miki Goldenfeld, Lilac Meltzer, Alessio Andronico, Nathanaël Hozé, Simon Cauchemez, Gili Regev-Yochay.

5. Harris RJ, Hall JA, Zaidi A, Andrews NJ, Dunbar JK, Dabrera G. Effect of Vaccination on Household Transmission of SARS-CoV-2 in England. N Engl J Med. 2021 Aug 19;385(8):759-760. doi: 10.1056/NEJMc2107717. Epub 2021 Jun 23. PMID: 34161702; PMCID: PMC8262621. https://doi.org/10.1056/NEJMc2107717

6. The indirect effect of mRNA-based Covid-19 vaccination on unvaccinated household members. Jussipekka Salo, Milla Hägg, Mika Kortelainen, Tuija Leino, Tanja Saxell, Markku Siikanen, Lauri Sääksvuori.

7. Lopez Bernal J, Andrews N, Gower C, Gallagher E, Simmons R, Thelwall S, Stowe J, Tessier E, Groves N, Dabrera G, Myers R, Campbell CNJ, Amirthalingam G, Edmunds M, Zambon M, Brown KE, Hopkins S, Chand M, Ramsay M. Effectiveness of Covid-19 Vaccines against the B.1.617.2 (Delta) Variant. N Engl J Med. 2021 Aug 12;385(7):585-594. doi: 10.1056/NEJMoa2108891. Epub 2021 Jul 21. PMID: 34289274; PMCID: PMC8314739. [Pubmed][Texto completo]

8. Viral infection and transmission in a large, well-traced outbreak caused by the SARS-CoV-2 Delta variant. Baisheng Li et al.

9. What pushed Israel out of herd immunity? Modeling COVID-19 spread of Delta and Waning immunity. Hilla De-Leon, Dvir Aran.

Nordström P, Ballin M, Nordström A. Association Between Risk of COVID-19 Infection in Nonimmune Individuals and COVID-19 Immunity in Their Family Members. JAMA Intern Med. 2021 Oct 11:e215814. doi: 10.1001/jamainternmed.2021.5814. Epub ahead of print. PMID: 34633407; PMCID: PMC8506298. [Pubmed]

13. Nuevo mecanismo de transmisión de anticuerpos por aerosoles. Evidence for Aerosol Transfer of SARS-CoV2-specific Humoral ImmunityRoss Kedl, Elena Hsieh, Thomas E Morrison, Gabriela Samayoa-Reyes, Siobhan Flaherty, Conner Jackson, Rosemary Rochford. 

14. David M Morens, Gregory K Folkers, Anthony S Fauci, The Concept of Classical Herd Immunity May Not Apply to COVID-19The Journal of Infectious Diseases, 2022;, jiac109, https://doi.org/10.1093/infdis/jiac109

Entradas relacionadas

9 de septiembre de 2021

Recomendaciones para vacunacion de influenza

La Academia Americana de Pediatria comunicó las recomendaciones para la vacunación en niños contra influenza en el otoño boreal de 2021. 
La misma está indicada para niños mayores de 6 meses, y adolescentes. 
Las recomendaciones pueden encontrarse aqui, mientras que el reporte técnico se publica aqui
Se debe recordar también que las últimas recomendaciones en vacunación en Estados Unidos establecen que en caso de tener que vacunarse para Covid-19, no hay ninguna contraindicación en dar ambas vacunas en forma simultánea
El CDC también hizo sus recomendaciones. 
La Asociación Española de Pediatria ya habia comunicado esto hace unos meses desde su página
El Ministerio de Sanidad de España también ha comunicado sus recomendaciones para 2021-2022 en su página. Recordando que "en la temporada 2019-2020 la vacunación evitó el 26% de las hospitalizaciones, el 40% de los ingresos en UCI y el 37% de las defunciones atribuibles a la gripe en las personas de 65 años de edad y mayores".
En la mayor parte de la población de adultos mayores que se han preocupado por vacunarse este año para Covid-19 seria recomendable que también se vacunen para gripe, ya que tras cada ola que se supera vuelven a aparecer los virus habituales.  
En un preprint se observó que aquellos que se habian inmunizado para influenza tenian también un riesgo menor de padecer Covid-19. Probablemente se trate de algún mecanismo inmunitario cruzado sobre el que se espera tener mayor información en el futuro. 
En pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio se ha demostrado una disminución de la mortalidad a 12 meses. (2)
La vacunación en adultos sanos sigue siendo controvertida, por la baja eficacia, lo que explica también los bajos indices de prescripción en la población general. Una de las razones que podria explicar esto es la variación anual que hay entre los tipos de virus circulantes, donde las vacunas parecen no siempre acertar.
La vacunación en adultos sanos reduce el riesgo de infección de 2,3% a 0,9%, o sea un 60%, y se necesitan 71 vacunados para prevenir un caso, lo que es un buen rendimiento para una intervención preventiva (número necesario a vacunar o NNV). Pero la efectividad para disminuir los casos graves es modesta, llevando la incidencia de 14,7% en no vacunados a 14,1% en vacunados, sin que la diferencia sea estadísticamente significativa. (1) 
Ensayos controlados aleatorios (ECA) o cuasialeatorios que comparan las vacunas contra la influenza con placebo o ninguna intervención en la influenza natural en individuos sanos de 16 a 65 años. Las versiones anteriores de esta revisión incluían estudios observacionales comparativos que evaluaban estudios de cohortes y de casos y controles de daños graves y raros. Debido a la calidad incierta de los estudios observacionales (es decir, no aleatorios) y su falta de influencia en las conclusiones de la revisión, se decidió actualizar solo la evidencia aleatoria. Las búsquedas de estudios comparativos observacionales ya no se actualizan.
Incluimos 52 ensayos clínicos de más de 80.000 personas que evaluaron la seguridad y eficacia de las vacunas contra la influenza. Hemos presentado los resultados de 25 estudios que comparan la vacuna antigripal parenteral inactivada con placebo o grupos de control que no hacen nada como los más relevantes para la toma de decisiones. Los estudios se realizaron durante temporadas únicas de influenza en América del Norte, América del Sur y Europa entre 1969 y 2009. No consideramos los estudios con alto riesgo de sesgo para influir en los resultados de nuestros resultados, excepto en la hospitalización. Las vacunas contra la influenza inactivadas probablemente reducen la influenza en adultos sanos del 2,3% sin vacunación al 0,9% (cociente de riesgos (CR) 0,41; intervalo de confianza (IC) del 95%: 0,36 a 0,47; 71 221 participantes; evidencia de certeza moderada), y probablemente reducen las ETI del 21,5% al ​​18,1% ( RR 0,84; IC del 95%: 0,75 a 0,95; 25795 participantes; evidencia de certeza moderada; 71 adultos sanos deben vacunarse para evitar que uno de ellos padezca influenza y 29 adultos sanos deben vacunarse para evitar que uno de ellos experimente una ETI) . La diferencia entre los dos valores necesarios para vacunar (NNV) depende de la incidencia diferente de ILI e influenza confirmada entre las poblaciones de estudio. La vacunación puede dar lugar a una pequeña reducción del riesgo de hospitalización en adultos sanos, del 14,7% al 14,1%, pero el IC es amplio y no descarta un gran beneficio (RR 0,96; IC del 95%: 0,85 a 1,08; 11924 participantes; evidencia de certeza baja). Las vacunas pueden dar lugar a una reducción pequeña o nula de los días de baja laboral (-0,04 días; IC del 95%: -0,14 días a 0,06; evidencia de certeza baja). Las vacunas inactivadas provocan un aumento de la fiebre del 1,5% al ​​2,3%. Identificamos un ECA y un ensayo clínico controlado que evalúa los efectos de la vacunación en mujeres embarazadas. La eficacia de la vacuna inactivada que contiene pH1N1 contra la influenza fue del 50% (IC del 95% del 14% al 71%) en las madres (NNV 55) y del 49% (IC del 95% del 12% al 70%) en los lactantes de hasta 24 semanas (NNV 56). No hubo datos disponibles sobre la eficacia contra la influenza estacional durante el embarazo. La evidencia de los estudios observacionales mostró que la efectividad de las vacunas contra la influenza contra las enfermedades de la gripe aviar en mujeres embarazadas es del 24% (IC del 95% del 11% al 36%, NNV 94) y contra la influenza en los recién nacidos de mujeres vacunadas del 41% (IC del 95%: 6%). a 63%, NNV 27). Las vacunas vivas en aerosol tienen una eficacia general correspondiente a un NNV de 46. El rendimiento de las vacunas pandémicas de virión completo de 1968 a 1969 de una o dos dosis fue mayor (NNV 16) contra las ETI y (NNV 35) contra la influenza. Hubo un impacto limitado en las hospitalizaciones en la pandemia de 1968 a 1969 (NNV 94). La administración de vacunas estacionales y pandémicas de 2009 durante el embarazo no tuvo un efecto significativo sobre el aborto o la muerte neonatal, pero esto se basó en conjuntos de datos de observación.
Los adultos sanos que reciben la vacuna antigripal parenteral inactivada en lugar de ninguna vacuna probablemente experimenten menos influenza, desde un poco más del 2% hasta un poco menos del 1% (evidencia de certeza moderada). También es probable que experimenten menos ETI después de la vacunación, pero el grado de beneficio cuando se expresó en términos absolutos varió entre los diferentes entornos. La variación en la protección contra ILI puede deberse en parte a una clasificación de síntomas inconsistente. La certeza de la evidencia de las pequeñas reducciones en las hospitalizaciones y el tiempo fuera del trabajo es baja. La protección contra la influenza y las enfermedades similares a las enfermedades infecciosas en las madres y los recién nacidos fue menor que los efectos observados en otras poblaciones consideradas en esta revisión. Las vacunas aumentan el riesgo de una serie de eventos adversos, incluido un pequeño aumento de la fiebre, pero las tasas de náuseas y vómitos son inciertas. El efecto protector de la vacunación en mujeres embarazadas y recién nacidos también es muy modesto. No se encontraron pruebas de una asociación entre la vacunación contra la influenza y los eventos adversos graves en los estudios comparativos considerados en esta revisión. Quince ECA incluidos fueron financiados por la industria (29%).
Otra razón que podría explicar las bajas tasas de prescripción resulta de que todos hemos aprendido a convivir en forma endémica con el virus, y las complicaciones en general bacterianas suelen tener un tratamiento antibiótico temprano y eficaz, por lo que la mortalidad resultaría ser más baja de lo que siempre se ha dicho. Esto fue lo observado también en la "pandemia" de 2009, donde hubo una gran circulación del virus de influenza y los países prácticamente no registraron un exceso de mortalidad. 
Se incluyeron seis ECA publicados con un total de 9001 pacientes (edad media, 65,5 años; 42,5% mujeres; 52,3% con antecedentes cardíacos). En general, la vacuna contra la influenza se asoció con un menor riesgo de eventos cardiovasculares compuestos (3,6 % frente a 5,4 %; RR, 0,66; IC del 95 %, 0,53-0,83; P  < 0,001). Se detectó una interacción de tratamiento entre pacientes con SCA reciente (RR, 0,55; IC 95 %, 0,41-0,75) y sin SCA reciente (RR, 1,00; IC 95 %, 0,68-1,47) ( P para interacción = 0,02). Para la mortalidad cardiovascular, también se detectó una interacción del tratamiento entre pacientes con SCA reciente (RR, 0,44; IC 95 %, 0,23-0,85) y sin SCA reciente (RR, 1,45; IC 95 %, 0,84-2,50) ( Ppara la interacción = 0,006), mientras que el 1,7 % de los que recibieron la vacuna murieron por causas cardiovasculares en comparación con el 2,5 % de los que recibieron placebo o control (RR, 0,74; IC del 95 %, 0,42-1,30; P  = 0,29).
Referencias
1.  Demicheli V, Jefferson T, Ferroni E, Rivetti A, Di Pietrantonj C. Vaccines for preventing influenza in healthy adults. Cochrane Database Syst Rev. 2018 Feb 1;2(2):CD001269. doi: 10.1002/14651858.CD001269.pub6. PMID: 29388196; PMCID: PMC6491184. [Pubmed]
2. Fröbert O, Götberg M, Erlinge D, Akhtar Z, Christiansen EH, MacIntyre CR, Oldroyd KG, Motovska Z, Erglis A, Moer R, Hlinomaz O, Jakobsen L, Engstrøm T, Jensen LO, Fallesen CO, Jensen SE, Angerås O, Calais F, Kåregren A, Lauermann J, Mokhtari A, Nilsson J, Persson J, Stalby P, Islam AKMM, Rahman A, Malik F, Choudhury S, Collier T, Pocock SJ, Pernow J. Influenza Vaccination After Myocardial Infarction: A Randomized, Double-Blind, Placebo-Controlled, Multicenter Trial. Circulation. 2021 Nov 2;144(18):1476-1484. doi: 10.1161/CIRCULATIONAHA.121.057042. Epub 2021 Aug 30. PMID: 34459211. [Pubmed] [Traducción]
Behrouzi B, Bhatt DL, Cannon CP, et al. Association of Influenza Vaccination With Cardiovascular RiskA Meta-analysis. JAMA Netw Open. 2022;5(4):e228873. doi:10.1001/jamanetworkopen.2022.8873


26 de agosto de 2021

Eficacia de las vacunas pandemicas en inmunocomprometidos

Era esperable, porque ya habia sucedido con otras vacunas, que se encontrara una disminución de la respuesta en pacientes inmunosuprimidos. En una reciente publicación, se reunió el resultado de 42 estudios clínicos desde el comienzo de la vacunación hasta el mes de Septiembre de 2021 (4).  Allí se reportó que los niveles de anticuerpos protectores, tras una segunda dosis contra Covid-19, se encuentran disminuidos en una gran cantidad de pacientes inmunosuprimidos. En las vacunas pandemicas se está observando una buena correlación entre los niveles de anticuerpos y la probabilidad de infección por SARS-CoV-2. Los más comprometidos para desarrollar inmunidad son los transplantados, seguidos de aquellos que padecen cáncer hematológico, tumores malignos sólidos y enfermedades inflamatorias inmunomediadas (por ejemplo: artritis reumatoidea, enfermedad de Crohn, etc).

Esto confirma lo que habia publicado Lancet, en un estudio donde se comparaba a dos grupos de personas, uno de 600 pacientes de la cohorte de Octave (Observation Cohorte Trial T cells Antibodies and Vaccine Efficacy in SARS-CoV-2, pacientes potencialmente inmunocomprometidos) vs. 231 pacientes de la cohorte Pitch (Protective Immunity from T Cells in Healthcare workers, personas sanas). La importancia de esto radica en que hasta un 2,8% de las personas en paises como Estados Unidos, pueden calificarse como inmunocomprometidos, lo que significaria cerca de 1.2 millones en Argentina, y la presencia de la variante delta ha incrementado el temor de nuevas infecciones, aún en vacunados, en especial en los grupos de pacientes con estas caracteristicas.

Se evaluaron pacientes que no habian sido contemplados en los ensayos clinicos de fase 3, y con enfermedades tales como artritis reumatoidea, artritis psoriatica, vasculitis asociada a anticuerpos (ANCA), enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad hepatica, estadios finales de problemas renales que merecen hemodiálisis (con o sin inmunosupresión), tumores malignos sólidos y también hematológicos (leucemia mieloide aguda y mieloma múltiple), asi como transplantados de médula ósea.

La mayor dificultad para generar anticuerpos se observó en pacientes con vasculitis asociada a ANCA (72%), hemodializados inmunosuprimidos (17%) y enfermedad hepática (17%). La mayoria de los pacientes con VA-ANCA estaban medicados con un medicamento inmunosupresor llamado rituximab. También se reporto que hasta en un 40% de los que seroconvirtieron generaron menores anticuerpos que las personas sanas

Ya se habia observado esto en pacientes HIV+ que formaron parte de los ensayos clínicos de fase 3. Aunque en estos estudios se menciona a un grupo limitado de enfermedades diariamente se están agregando otras, aunque ya están siendo considerados como elegibles para recibir una dosis adicional por varios gobiernos.

Desde el comienzo de la pandemia hace casi dos años estos pacientes han sido motivo de preocupación y de cuidado, la mayoría de ellos ha estado expuesto a mayores y más prolongadas restricciones a los que ha tenido la población general, por lo cual varios paises han comenzado a brindar una dosis adicional de la vacuna a este colectivo. .

Nueva evidencia sugiere también que en estos pacientes la tasa de aparición de nueva infección (breakthrough) es más alta, lo que demostraria una pérdida de efectividad. Ya en el 2020 se habia visto que la tasa de reinfección en inmunocomprometidos era mayor que en otros grupos. (3)

Y tan importante como eso es que los casos graves también pueden ocurrir más en inmunocomprometidos que en inmunocompetentes. Cayendo la efectividad de un 90% a un 77%, no es tan malo, pero caida al fin (7)

Los pacientes no deben temer a inocularse estas nuevas vacunas, ya que en ningún caso están transportando virus vivos, algo que si debe tenerse en cuenta con la triple viral o MMR, y otras vacunas. Y tampoco se están observando efectos adversos distintos a los de la población general.

Ya antes de comenzar la vacunación se esperaba una respuesta disminuida como sucede con la hepatitis donde la eficacia puede ser muy baja. El porqué es simple, estas enfermedades comprometen el sistema inmunitario, pero además sus respectivos tratamientos muchas veces consisten en dar inmunosupresores, por lo que estos grupos deben extremar sus cuidados no farmacológicos para no contagiarse, algo que también deben hacer con o sin pandemia.

Teniendo en cuenta la evidencia actual en estos pacientes es necesaria la aplicación de una dosis adicional, de cualquiera de las vacunas existentes. Los estudios de seguridad y eficacia en el mundo avalan el uso de esquemas homólogos o heterólogos (combinación de vacunas).

Varios paises europeos y también en Estados Unidos y Canadá, se ha aprobado la aplicación como dosis adicional en inmunodeprimidos, y ya se está implementando. Un comité de la OMS también apoya la idea de dar una dosis adicional a este grupo, entre uno y tres meses luego de haber recibido la segunda dosis y Argentina se ha incorporado a la lista de los paises que aplican la dosis adicional a partir de fines de Octubre, para todos aquellos mayores de tres años de edad, siempre que hayan tenido un intervalo de al menos un mes desde la segunda dosis. 

Otras medidas de cuidado no farmacológico también son necesarias, como mantener la distancia social y mascarilla. Lo es para todos, pero en momentos en que la "desescalada" parece haber olvidado esto, es bueno señalarlo. Tanto para pacientes y cuidadores. 

Referencias

1. Kearns P, Siebert S, Willicombe M, et al. Examining the immunological effects of covid-19 vaccination in patients with conditions potentially leading to diminished immune response capacity. Preprints with the Lancet 2021 [preprint]. https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3910058"https://www.thelancet.com/preprints"

2.  Frater J, Ewer KJ, Ogbe A, Pace M, Adele S, Adland E, Alagaratnam J, Aley PK, Ali M, Ansari MA, Bara A, Bittaye M, Broadhead S, Brown A, Brown H, Cappuccini F, Cooney E, Dejnirattisai W, Dold C, Fairhead C, Fok H, Folegatti PM, Fowler J, Gibbs C, Goodman AL, Jenkin D, Jones M, Makinson R, Marchevsky NG, Mujadidi YF, Nguyen H, Parolini L, Petersen C, Plested E, Pollock KM, Ramasamy MN, Rhead S, Robinson H, Robinson N, Rongkard P, Ryan F, Serrano S, Tipoe T, Voysey M, Waters A, Zacharopoulou P, Barnes E, Dunachie S, Goulder P, Klenerman P, Screaton GR, Winston A, Hill AVS, Gilbert SC, Pollard AJ, Fidler S, Fox J, Lambe T; Oxford COVID Vaccine Trial Group. Safety and immunogenicity of the ChAdOx1 nCoV-19 (AZD1222) vaccine against SARS-CoV-2 in HIV infection: a single-arm substudy of a phase 2/3 clinical trial. Lancet HIV. 2021 Aug;8(8):e474-e485. doi: 10.1016/S2352-3018(21)00103-X. Epub 2021 Jun 18. PMID: 34153264; PMCID: PMC8213361.

3.  Slezak J, Bruxvoort K, Fischer H, et al. Rate and severity of suspected SARS-Cov2 reinfection in a cohort of PCR-positive COVID-19 patients. Clin Microbiol Infect. 2021 Jul 28. pii: S1198-743X(21)00422-5. doi: 10.1016/j.cmi.2021.07.030.

4. Efficacy of COVID-19 vaccines in immunocompromised patients: A systematic review and meta-analysis. Ainsley Ryan Yan Bin Lee, Shi Yin Wong, Louis Yi Ann Chai, Soo Chin Lee, Matilda Lee, Mark Dhinesh Muthiah, Sen Hee Tay, Chong Boon Teo, Benjamin Kye Jyn Tan, Yiong Huak Chan, Raghav Sundar, Yu Yang Soon.

Embi PJ, Levy ME, Naleway AL, et al. Effectiveness of 2-Dose Vaccination with mRNA COVID-19 Vaccines Against COVID-19–Associated Hospitalizations Among Immunocompromised Adults — Nine States, January–September 2021. MMWR Morb Mortal Wkly Rep. ePub: 2 November 2021. DOI: http://dx.doi.org/10.15585/mmwr.mm7044e3external icon

Actualizado al 5 de Noviembre de 2021

Galmiche S, Luong Nguyen LB, Tartour E, de Lamballerie X, Wittkop L, Loubet P, Launay O. Immunological and clinical efficacy of COVID-19 vaccines in immunocompromised populations: a systematic review. Clin Microbiol Infect. 2021 Oct 28:S1198-743X(21)00566-8. doi: 10.1016/j.cmi.2021.09.036. Epub ahead of print. PMID: 35020589; PMCID: PMC8595936.

Marra AR, Kobayashi T, Suzuki H, Alsuhaibani M, Tofaneto BM, Bariani LM, Auler MA, Salinas JL, Edmond MB, Doll M, Kutner JM, Pinho JRR, Rizzo LV, Miraglia JL, Schweizer ML. Short-term effectiveness of COVID-19 vaccines in immunocompromised patients: A systematic literature review and meta-analysis. J Infect. 2022 Jan 1:S0163-4453(21)00658-7. doi: 10.1016/j.jinf.2021.12.035. Epub ahead of print. PMID: 34982962; PMCID: PMC8720049.

Enero 2022

Los autores de este estudio presentan un análisis de casos y controles de la respuesta a la vacuna en pacientes inmunodeprimidos hematológicos que comparan una cohorte de 99 pacientes con infección previa por SARS-CoV-2 con una cohorte de control de 362 pacientes sin antecedentes de COVID-19. Las probabilidades de mostrar anticuerpos IgG reactivos contra el SARS-CoV-2 detectables (SCoV2-RA) a las 3 semanas después del calendario de vacunación completo (3 dosis) fue del 93 % en aquellos con infección previa por SARS-CoV-2 en comparación con el 78 % en aquellos sin COVID-19 previo. De los 18 pacientes que fueron seronegativos después de dos dosis de la vacuna a pesar de haber tenido COVID-19 anteriormente, el 83 % pudo generar una respuesta serológica 3 semanas después de la vacunación completa.
Los autores concluyen que los pacientes con neoplasias hematológicas y antecedentes de COVID-19 logran altas tasas de detección de SCoV2-R-A después de la vacunación completa, y que una mayor investigación puede ayudar a identificar a los que más necesitan dosis de refuerzo rápidas.

Piñana JLL, Garcia-Sanz R, Martino R, Garcia-Roa M, Martin-Martin GA, Risco-Galvez I, Tormo M, Martinez-Barranco P, Marcos-Corrales S, Calabuig M, Conesa V, Teruel A, Ruiz Perez S, Solano C, Navarro D, Cedillo A, Sureda A. Booster effect after SARS-CoV-2 vaccination in hematological immunocompromised patients with prior COVID-19. Blood Adv. 2021 Dec 21:bloodadvances.2021006326. doi: 10.1182/bloodadvances.2021006326. Epub ahead of print. PMID: 34905620; PMCID: PMC8674106.
 
Estudios previos han demostrado que las terapias anti-CD20 atenúan la respuesta inmune humoral a las vacunas COVID-19, mientras que la inmunidad celular mediada por linfocitos T se conserva e incluso aumenta. Queda una pregunta importante con respecto a cómo esta respuesta a la vacuna (deterioro de la inmunidad humoral pero celular conservada) se traduce en riesgo de infección. Los autores de este estudio abordaron esta pregunta crítica utilizando datos del registro COVISEP, una gran base de datos francesa de COVID-19 en pacientes con EM o trastorno del espectro de neuromielitis óptica. Al extraer todos los casos de COVID-19 ocurridos desde diciembre de 2020, los autores identificaron a 18 pacientes diagnosticados con COVID-19 luego de la segunda dosis de la vacuna de ARNm BNT162b2. De estos, 13 fueron tratados con anti-CD20, 4 con fingolimod y 1 con interferón beta. Por lo tanto, el 74 % de los casos posteriores a la vacuna ocurrieron en el contexto de la terapia anti-CD20, en comparación con el 20 % de los casos en personas no vacunadas. Del mismo modo, el 23,5 % de los casos posteriores a la vacuna se produjeron en usuarios de fingolimod, en comparación con el 11,5 % en personas no vacunadas. La gravedad de COVID-19 fue leve en todos los pacientes excepto en 1, que requirió hospitalización en cuidados intensivos sin ventilación mecánica.
Aunque los resultados son preliminares, se produjo un porcentaje mucho mayor de casos de COVID-19 posteriores a la vacunación en el contexto de la terapia anti-CD20, lo que sugiere que la eficacia de la vacuna contra la infección se atenúa en estos pacientes. Los pacientes tratados con fingolimod también estuvieron sobrerrepresentados entre los casos posteriores a la vacuna, aunque en menor medida.
Januel E, De Seze J, Vermersch P, Maillart E, Bourre B, Pique J, Moisset X, Bensa C, Maarouf A, Pelletier J, Vukusic S, Audoin B, Louapre C. Post-vaccine COVID-19 in patients with multiple sclerosis or neuromyelitis optica. Mult Scler. 2021 Dec 21:13524585211049737. doi: 10.1177/13524585211049737. Epub ahead of print. PMID: 34931885. [Pubmed]

Se incluyeron 82 estudios en el metanálisis. El 94% usando vacunas ARNm (20 %) vacunas de vectores virales y 4 (5 %) vacunas de virus completo inactivado. Se evaluó que 63 estudios tenían un riesgo de sesgo bajo y 19 tenían un riesgo de sesgo moderado. 
Después de una dosis de vacuna, la seroconversión fue en un 60% con cánceres hematológicos (razón de riesgo 0,40, intervalo de confianza del 95 % de 0,32 a 0,50, I2 = 80 %; riesgo absoluto 0,29, intervalo de confianza del 95 % de 0,20 a 0,40, I2 = 89 % ),
47% en trastornos inflamatorios inmunomediados (0,53, 0,39 a 0,71, I2 = 89 %; 0,29, 0,11 a 0,58, I2 = 97 %) y 45% en cánceres sólidos (0,55, 0,46 a 0,65, I2 = 78 %; 0,44, 0,36 a 0,53 , I2=84%) en comparación con los controles inmunocompetentes, 
mientras que los receptores de trasplantes de órganos tenían 16 veces menos probabilidades de seroconversión 94% (0,06, 0,04 a 0,09, I2=0%; 0,06, 0,04 a 0,08, I2=0%). 
Después de una segunda dosis, la seroconversión siguió siendo menos probable en los receptores de trasplantes  (0,39, 0,32 a 0,46, I2=92 %; 0,35, 0,26 a 0,46), y solo un tercio logró la seroconversión. La seroconversión fue cada vez más probable en pacientes con cánceres hematológicos (0,63, 0,57 a 0,69, I2=88 %; 0,62, 0,54 a 0,70, I2=90 %), trastornos inflamatorios inmunomediados (0,75, 0,69 a 0,82, I2=92 %; 0,77 , 0,66 a 0,85, I2=93 %) y cánceres sólidos (0,90, 0,88 a 0,93, I2=51 %; 0,89, 0,86 a 0,91, I2=49 %). 
La seroconversión fue similar entre las personas con VIH y los controles inmunocompetentes (1,00, 0,98 a 1,01, I2=0%; 0,97, 0,83 a 1,00, I2=89%). La revisión sistemática de 11 estudios mostró que una tercera dosis de una vacuna de ARNm covid-19 se asoció con la seroconversión entre los no respondedores a la vacuna con cánceres sólidos, cánceres hematológicos y trastornos inflamatorios mediados por el sistema inmunitario, aunque la respuesta fue variable en los receptores de trasplantes y no se estudió adecuadamente en personas con VIH y aquellas que reciben vacunas sin ARNm.

Conclusión Las tasas de seroconversión después de la vacunación contra covid-19 fueron significativamente más bajas en pacientes inmunocomprometidos, especialmente en receptores de trasplantes de órganos. Una segunda dosis se asoció con una seroconversión consistentemente mejorada en todos los grupos de pacientes, aunque en menor magnitud para los receptores de trasplantes de órganos. Deben realizarse intervenciones dirigidas a pacientes inmunocomprometidos, incluida una tercera dosis (refuerzo).
Lee A R Y B, Wong S Y, Chai L Y A, Lee S C, Lee M X, Muthiah M D et al. Efficacy of covid-19 vaccines in immunocompromised patients: systematic review and meta-analysis doi:10.1136/bmj-2021-068632

29 de mayo de 2021

Vacunacion 2021

Temor a las vacunas al comienzo de la vacunación

Bullying entre vacunas cuando se supo que AZ provocaba trombosis

Pánico

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