En una revisión sistemática se identificaron 34 estudios durante la primera ola de Covid-19 en el año 2020. En los mismos se revisó la efectividad de distintas medidas no farmacológicas utilizadas para mitigar la epidemia. El cierre de escuelas, probablemente una de las medidas más antipática en la población general, resultó ser el más efectivo, seguido por el cierre de lugares de trabajo, centros comerciales y eventos públicos. Otras medidas tomadas incluyeron campañas de información y utilización de mascarillas, aunque ambos fueron menos disruptivos para la población que las medidas de aislamiento social. Este estudio no hallo evidencia de efectividad en el cierre de transporte público, testeos masivos con seguimiento de contactos, ni en cuarentena o aislamiento de individuos. La aplicación temprana de las medidas se asoció con mayor efectividad en reducir la morbilidad y mortalidad por Covid-19.
El estudio es relevante ya que compara las medidas con la aparición de nuevos casos y con las muertes en cada uno de los lugares, valorando de esta manera el potencial de las medidas para disminuir, o no, la diseminación. La aplicación de estas medidas, o la no aplicación, han sido motivo de discusión en varios paises, arguyendo ambas partes una pretendida evidencia, que por cierto no existia (se estuviera a favor de ellas o en contra), y solo existia la opinión de expertos basados en otros virus respiratorios como lo comentamos en el 2013.
Se debe aclarar también, que la falta de evidencia de la efectividad en algunas medidas, no significa que sean inefectivas. Lo único que significa es que en el análisis de estos 34 estudios, no se ha podido demostrar aún que fueran efectivas para disminuir la morbimortalidad asociada a la epidemia de Covid-19.
Otra revisión de Julio de 2021, sobre estas medidas ha sido realizada y es comentada aquí, en donde los autores se preguntaban si era ¿la cura peor que la enfermedad? concluyendo entre otras cosas, que las medidas tomadas habian sido beneficiosas para disminuir la morbilidad y las muertes; y que si bien el impacto económico fue, y es, importante, más lo hubiera sido si no se hubiera controlado la diseminación.
Este estudio fue superado en Noviembre, donde las medidas de mayor efectividad encontrada fue el uso de la mascarilla, distancia personal y lavado de manos. Ver aqui.
Es muy dificil la medición de medidas aisladas, en el caso de la mascarilla un estudio en Iowa, en Septiembre de 2020 (2), demostró que luego de contactar a una persona infectada, la tasa de ataque secundaria era de un 25,6% para quienes no la usaban, y de la mitad para quienes si la usaban.
Referencias
1. Mendez-Brito A, El Bcheraoui C, Pozo-Martin F. Systematic review of empirical studies comparing the effectiveness of non-pharmaceutical interventions against COVID-19. J Infect. 2021 Sep;83(3):281-293. doi: 10.1016/j.jinf.2021.06.018. Epub 2021 Jun 20. PMID: 34161818; PMCID: PMC8214911.
2. Riley J, Huntley JM, Miller JA, Slaichert ALB, Brown GD. Mask effectiveness for preventing secondary cases of COVID-19, Johnson County, Iowa, USA. Emerg Infect Dis. 2022 Jan [Visto en Septiembre 2021]. https://doi.org/10.3201/eid2801.211591
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