Mostrando las entradas con la etiqueta efectividad. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta efectividad. Mostrar todas las entradas

10 de marzo de 2022

¿Todas las vacunas contra el covid son iguales?

Establecer si todas las vacunas contra el covid son iguales en su efectividad es un poco más dificil que aceptar el promedio de eficacia que los medios masivos de comunicación nos han contado. Para ello se necesitan algunos criterios iniciales básicos, tales como:

1. Establecer que se va a medir como medida de efectividad: la medida que se ha utilizado a partir de la difusión en la prensa, fue la de la eficacia que mostró en sus ensayos clínicos iniciales para disminuir la infección. Pero la comparación también debe realizarse para otros efectos, tales como la eficacia para prevenir la internación en UCI o la mortalidad.

2. Determinar cuando: esto es relevante por dos razones, la primera es porque ya sabemos que algunos efectos (como prevenir la infección) se pueden perder luego de algunos meses por la disminución de los anticuerpos neutralizantes. Por ello en varios estudios se suele reportar la eficacia cuando la última dosis fue dada más alla de 5 meses o durante los últimos 5 meses. La otra razón es que cada variante del virus ha mostrado un escape inmunológico distinto, por lo que no es lo mismo comparar el invierno de 2021 (donde la variante gama fue predominante) con el verano 2022, donde ha predominado la variante ómicron. Al menos esto es cierto para Argentina.

3. Dónde se va a medir: sin duda la eficacia de las vacunas no es igual según las edades, o la competencia inmunológica de quienes las reciben. Cuando comparamos poblaciones no resulta distinto. No es lo mismo comparar Estados Unidos (con mucha población con comorbilidades como la obesidad y la hipertensión) con la mayoría de los países europeos. Y aun en países europeos, debe tenerse en cuenta que están altamente "envejecidos", que así se los llama cuando la población mayor de 65 años supera el 20% de la población general. En Argentina una pirámide poblacional envejecida es posible ver en la Ciudad de Buenos Aires. Por ello, a fines de comparar la eficacia, resulta más atractivo encontrar estudios donde distintas vacunas hayan sido aplicadas a una misma población. Aunque esto ha sucedido en muchos países no todos los países han publicado sus experiencias.

3. Con qué parametros: este es un tema estadístico, pero no porque sea técnico deja de ser menor. Un estudio en Hungría fue presentado por el Instituto Gamaleya como prueba de la superioridad de Sputnik V frente a Pfizer. La vacuna Sputnik V redujo en un 85.7% las infecciones frente al 83.3% de Pfizer. Sin duda, aunque la diferencia sea de apenas un 2.4%, un número es mayor que otro. ¿Pero así se mide la efectividad en los estudios? La respuesta es NO.

En todos los estudios se reportan otros números que conocemos como intervalo de confianza (al 95%). Este intervalo nos dice que cualquier valor que caiga dentro del rango que el estudio reporta, puede ser cierto en un 95% de las veces. 

En el caso de Sputnik V el intervalo de confianza del 95% , para prevenir la infección, varia entre el 84.4% y el 86.9% . O sea que la eficacia real osciló entre esos dos valores en el 95% de las veces. Al menos para ese momento, para ese lugar y para el efecto que se está midiendo. Un valor de 85% también sería cierto, y otro valor del 86% también. Pero un valor tan alto como el 87% o tan bajo como el 83%, ambos por fuera del intervalo de confianza, solo aparecen en menos del 5% de los casos.

En el caso de Pfizer el intervalo de confianza oscila entre el 82.6% y el 83.9%. Y cuando queremos comparar con otros tratamientos (en este caso vacunas), diremos que son diferentes si el intervalo de confianza de una no se superpone con el otro intervalo. Esto es la forma en que se deben leer, y no otra.

Veamos un estudio que cumple con algunas de las características que pretendemos:

A mitad del año 2021, comenzaron a aparecer los estudios de la "vida real", o estudios de efectividad.  Un estudio relevante es el de Hungria, publicado en Nature,  observó lo sucedido entre enero y junio de 2021 a 3.740.066 personas que recibieron dos dosis de vacunas de Pfizer, Sputnik-V, AstraZeneca, Sinopharm o Moderna. Aunque durante esos meses en Hungría la variante dominante era la alfa,  nos sirve de ejemplo para comparar la efectividad de distintas vacunas en la vida real.

La efectividad ajustada contra la infección varió entre el 68,7% y el 88,7. 

La efectividad para prevenir la mortalidad varió entre el 87,8% y el 97,5%. Con una efectividad del 100% en personas de 16 a 44 años para todas las vacunas. Lo que esto último quiere decir que para ese período no hubo muertes entre los vacunados en ese grupo de edad.

Después del ajuste por edad, sexo y día calendario, la efectividad estimada contra la infección por SARS-CoV-2 , para cada una de las vacunas administradas, fue la siguiente: 

Pfizer-BioNTech: 83,3% (IC del 95%: 82,6–83,9%); 

Moderna: 88,7% (IC del 95%: 86,6–90,4%); 

Sputnik-V 85,7% (IC del 95%: 84,3-86,9%); 

AstraZeneca: 71,5% (IC del 95%: 69,2–73,6%); 

Sinopharm: 68,7% (IC 95% 67,2-70,1%) 

Mientras que la efectividad para disminuir la mortalidad reportó esto:

Pfizer-BionTech: 90.6% (IC del 95%: 89.4-91.5%);

Moderna: 93.6% (IC del 95%: 90.5-95.7%);

Sputnik- V: 97.5% (IC del 95%: 95.6-98.6%);

AstraZeneca: 88.3% (IC del 95%: 78.7-93.5%)

Sinopharm: 87.8% (IC del 95%: 86.1-89.4%)

Seguramente volvió a mirar el primer número que es el promedio, pero ya habíamos dicho que lo que importa es el rango (o sea el intervalo de confianza). Prestando atención al intervalo de confianza se puede decir que la efectividad para disminuir la infección fue igual para Moderna y Sputnik-V, y apenas menor para Pfizer, y luego las vacunas de AstraZeneca y Sinopharm, sin diferencias entre ellas.

Recordemos que el estudio fue terminado en Junio de 2021, en ese entonces todavía no era relevante la disminución de los anticuerpos y las vacunas parecian funcionar igual para la variante alfa. Algo que cambiaría con delta y más aun con ómicron, por lo que estos datos son ciertos, pero solo para esa variante alfa y para el tiempo que fue estudiado. Pero fueron relevantes para demostrar que aunque Sputnik-V era apenas mejor que Pfizer, su efectividad era tan buena como la vacuna de Moderna. Pero también es relevante para decir que el desempeño de las vacunas, todas las vacunas utilizadas, era muy alto. Frente a la evasión inmune que hay para disminuir las infecciones frente a la variante ómicron todos estos datos ciertamente han perdido vigencia.

Pero analizando los datos de efectividad para la mortalidad esa diferencia se diluye y al menos 4 vacunas (Sinopharm, Pfizer, Moderna y AstraZeneca) que prácticamente solapan sus intervalos de confianza, por lo que puede decirse que son iguales, y Sputnik-V vuelve a sobresalir y solo solapa su rango de efectividad la vacuna de Moderna.

Si usted es un ser "anumérico", o dicho de otro modo con dificultades para interpretar tantos números no se preocupe: usted es casi normal. Nadie en su sano juicio puede interpretar esos números sin recurrir a un gráfico, que los autores del estudio omitieron. Pero usted puede hacerlo sobre un papel y verá que los intervalos se solapan. Yo lo hice y le comparto el vergonzoso gráfico que hice 👉

Cuando uno lee estos datos o cualquiera siempre es relevante la forma en que son "enmarcados". Uno puede resaltar que la vacuna Sputnik-V es la más efectiva (como presentó el Instituto Gamaleya a este estudio), pero también puede decir que fue tan buena como la vacuna de Moderna, o también decir que las vacunas ARNm no parecen brindar mayor ventaja que las tradicionales.

Pero estos números esconden otras cosas: como que en Hungría, las vacunas de Pfizer y Moderna fueron las opciones preferidas para los pacientes con enfermedades crónicas como diabetes tipo 2 o enfermedades cardiovasculares, que pueden disminuir la eficacia de la vacuna.

Este es uno de los primeros estudios que examinar la efectividad individual de la vacuna Moderna en un entorno del mundo real entre 222,892 personas, de las cuales el 36% tenía 65 años o más. La efectividad general fue del 88,7% contra la infección por SARS-CoV-2 y del 93,6% contra la muerte relacionada con Covid-19 al menos una semana después de la segunda dosis. Los resultados confirman la altísima eficacia de la vacuna de ARNm de Moderna en ensayos clínicos y en entornos del mundo real.

Resalta también la alta efectividad de la vacuna Sinopharm, de la cual se tienen escasos o nulos reportes en otros países. Aunque Machia y Ferrante encontraron en nuestro medio, en ocasión de valorar vacunas alternativas en lugar de la segunda dosis de Sputnik-V en Argentina, que la vacuna de Sinopharm lograba menos antigenicidad que otras que estaban disponibles (AstraZeneca, 2da dosis de Sputnik-V y Moderna). También son escasos los de otra vacuna China (SinoVac) cuyo análisis de efictividad fue más que relevante en un estudio sobre 10 millones de personas en Chile (Jara et al).

Aun cuando el estudio reune a vacunados y no vacunados en un mismo país y con una misma variante puede tener limitaciones importantes. En primer lugar, el período de estudio fue diferente para cada vacuna, por lo que el análisis asume implícitamente que el efecto de cada covariable, incluida la vacunación, es constante durante el seguimiento. En segundo lugar, a pesar de los ajustes por edad, sexo y día calendario, no se incluyeron otras covariables importantes como las comorbilidades, los medicamentos o el estado socioeconómico.

Unos meses después de finalizado el estudio, en noviembre de 2021, Hungría tuvo una ola con la variante delta y en febrero de 2022 otra mayor con la variante ómicron.. Por datos de otros países sabemos que esto erosionó en mucho la efectividad de las vacunas para disminuir la infección.

En febrero de 2022 otro estudio fue publicado sobre Hungría (variantes alfa y delta), donde los autores señalan que la disminución de la efectividad comenzó a caer para todas las vacunas, en especial para AstraZeneca, Sinopharm y Sputnik-V. Por lo que a partir de mediados de agosto de 2021 comenzó a aplicarse una dosis adicional pero solo con vacunas ARNm.


Este último estudio es interesante porque afirma que se recuperó la efectividad para la infección, pero no aportó los números discriminados para cada uno de los efectos con sus respectivos intervalos de confianza. Por los gráficos es posible observar que los intervalos de confianza prácticamente todos se superponen, por lo que pudieran valer las mismas consideraciones que antes. Salvo que esta vez se trata de esquemas de vacunación mixtos o heterólogos.

Argentina también utiliza varias vacunas, aunque recién en 2022 ha agregado masivamente las vacunas ARNm. Las preferencias por marcas son comunes entre los medicamentos habituales en las prescripciones médicas, aunque en Argentina desde el 2002 se puede prescribir por el nombre genérico. Probablemente por que las vacunas son mayoritariamente provistas por el estado ni los propios médicos conocemos, en general, cual es el fabricante para el resto de las vacunas que se están dando en el país. Seguramente la situación de crisis por el virus y la exposición mediática, aunque no se debe descartar  bastante de guerra comercial ha influido en el ánimo de los médicos y la gente en las preferencias por una u otra vacuna. En toda América Latina se instaló entre muchos que "Pfizer es la mejor vacuna", algo que no pudo ser comprobado en este estudio, como tampoco se puede comprobar que Sputnik-V lo sea. Lo que no se debe olvidar es que ambos han tenido problemas de provisión de sus vacunas en la primera mitad del 2021, lo que dió lugar a que muchos países usaran esquemas heterólogos.

Hoy países como Argentina han comenzado a aplicar sus dosis adicionales y de refuerzo con vacunas ARNm, por lo que esta información sería solo relevante para aquellos que aun no hubieran recibido el esquema primario, claro está siempre que pudieran ser capaces de elegir, algo que ha sucedido en varios lugares pero por decisión de autoridades locales. 

Más estudios serían necesarios para ver que ha sucedido durante la última ola con la variante ómicron. Aunque estudios de otros países ya nos adelantan que la efectividad para disminuir la infección cayó para todas las vacunas pero se preserva todavía una alta efectividad para disminuir los casos graves y la mortalidad. Pero en este último efecto la diferencia entre las vacunas no parece mostrar diferencias marcadas ni entre tecnologías usadas ni entre fabricante. 

El monitoreo que muchos países hacen sobre la efectividad en el mundo real sigue siendo necesario para establecer los tiempos de refuerzo, donde la permanencia de la inmunidad en el tiempo será otra de las variables a destacar a la hora de comparar la perfomance de las diferentes vacunas.

1. Vokó Z, Kiss Z, Surján G, Surján O, Barcza Z, Pályi B, Formanek-Balku E, Molnár GA, Herczeg R, Gyenesei A, Miseta A, Kollár L, Wittmann I, Müller C, Kásler M. Nationwide effectiveness of five SARS-CoV-2 vaccines in Hungary-the HUN-VE study. Clin Microbiol Infect. 2021 Nov 25:S1198-743X(21)00639-X. doi: 10.1016/j.cmi.2021.11.011. Epub ahead of print. PMID: 34838783; PMCID: PMC8612758.
 
2. Real-time monitoring of the effectiveness of six COVID-19 vaccines in Hungary in 2021 using the screening method. Krisztina J. Horvath, Tamas Ferenci, Annamaria Ferenczi, Gergo Turi, Gergely Rost, Beatrix Oroszi.
Mahase E. Covid-19: Antibody boost after third dose varies greatly by vaccine, study finds doi:10.1136/bmj.n3011 [Texto completo]
 
4.  Vacunación heteróloga en CABA tras primer dosis de Sptnik V, mayor con vacuna de Moderna y menor con Sinopharm, pero igual con Sputnik y AZ.  Macchia A, Ferrante D, Bouzas MB, et al. Immunogenicity induced by the use of alternative vaccine platforms to deal with vaccine shortages in a low- to middle-income country: Results of two randomized clinical trials. Lancet Reg Health Am. 2022 May;9:100196. doi: 10.1016/j.lana.2022.100196
 
5.  Efectividad de Coronavac en una cohorte de 10 millones de personas en Chile: Jara A, Undurraga EA, González C, Paredes F, Fontecilla T, Jara G, Pizarro A, Acevedo J, Leo K, Leon F, Sans C, Leighton P, Suárez P, García-Escorza H, Araos R. Effectiveness of an Inactivated SARS-CoV-2 Vaccine in Chile. N Engl J Med. 2021 Sep 2;385(10):875-884. doi: 10.1056/NEJMoa2107715. Epub 2021 Jul 7. PMID: 34233097; PMCID: PMC8279092. [Pubmed]
 
6. Andrews N, Stowe J, Kirsebom F, Toffa S, Rickeard T, Gallagher E, Gower C, Kall M, Groves N, O'Connell AM, Simons D, Blomquist PB, Zaidi A, Nash S, Iwani Binti Abdul Aziz N, Thelwall S, Dabrera G, Myers R, Amirthalingam G, Gharbia S, Barrett JC, Elson R, Ladhani SN, Ferguson N, Zambon M, Campbell CNJ, Brown K, Hopkins S, Chand M, Ramsay M, Lopez Bernal J. Covid-19 Vaccine Effectiveness against the Omicron (B.1.1.529) Variant. N Engl J Med. 2022 Mar 2. doi: 10.1056/NEJMoa2119451. Epub ahead of print. PMID: 35249272.
 
7.  Rotshild, V., Hirsh-Raccah, B., Miskin, I. et al. Comparing the clinical efficacy of COVID-19 vaccines: a systematic review and network meta-analysis. Sci Rep 11, 22777 (2021). https://doi.org/10.1038/s41598-021-02321-z

8. Se identificaron siete estudios con 1 366 700 participantes (689 967 participantes en el grupo vacunado y 676 733 participantes en el grupo no vacunado). Hubo 292 incidentes significativos (56 en el grupo vacunado y 236 en el grupo no vacunado) con una razón de riesgo de 0,12 y un intervalo de confianza del 95% de 0,040-0,363. En comparación con ninguna vacuna, todos los tipos de vacunas pueden prevenir eficazmente la tasa de enfermedad grave. YZ, Kuan CC. Vaccination to reduce severe COVID-19 and mortality in COVID-19 patients: a systematic review and meta-analysis. Eur Rev Med Pharmacol Sci. 2022 Mar;26(5):1770-1776. doi: 10.26355/eurrev_202203_28248. PMID: 35302230.


20 de enero de 2022

Vacunacion en gráficos

Estos gráficos nos permiten tener una aproximación a como está funcionando la vacunación en el mundo real. No se trata de grandes estudios clínicos como lo que escribí para las dos dosis o para las tres dosis, cuando eramos jóvenes, en aquella primavera de 2021 y no sabíamos de ómicron. Al final de la pandemia ¿se acuerda? Le aconsejo lo vea en su laptop y hacer click sobre las imágenes. De ellos uno puede inferir la eficacia en el mundo real a grandes rasgos, pero dado que aun les faltan realizar ajustes previos no pueden ser considerados como "estudios"para ello. Como en esta crísis hay decisiones que tomar no se puede esperar a que aparezcan publicados los estudios clínicos, con los ajustes por edad, por sexo o por cuando fueron vacunados, entre otras cosas, para tomar decisiones. Así que esto es lo más aproximado a la efectividad en el mundo real hasta que aparecen los estudios en las revistas médicas o en los preprints. Hasta ahora en esta crisis, los estudios clínicos casi siempre están confirmando lo que se ha visto.

En el primero la incidencia de muertes en Suiza, por estado vacunal (no vacunados o con una dosis, dos dosis y tres dosis). Como se ve en el gráfico la diferencia es notable. La incidencia en no vacunados es de 13 muertes por 100.000 vs. 1.8 (con dos dosis) y 0.5 (con tres dosis). Con esos números se puede sacar un ratio y decir que los no vacunados tienen un riesgo de morir 26 veces mayor que los que recibieron 3 dosis (13 / 0.5). Por supuesto que toma todas las edades y alguien le pedirá un ajuste por edad (la mayoría no sabe que es eso, pero algunos creen que es una buena forma de descalificar un dato, o un gráfico en este caso).

Aunque sabemos que 26 veces más mortalidad en vacunados es mucho, si quisiera transformar esto en probabilidades equivaldría a decir que la mortalidad es un 93% menos en vacunados frente a no vacunados (Odds = Odds / Odds +1  = 26/26+1 =26/27=0.928)

👈 Los mismos datos, pero de Chile se pueden ver en este otro gráfico. Ya que se tomó un menor tiempo de seguimiento se puede ver mejor. En este caso la incidencia al final de las curvas es de 3.1 (en no vacunados o parcialmente vacunados) vs. 0.1 con tres dosis. O sea que 3.1 / 0.1 es igual a 31, por lo que se puede decir que aquí la diferencia es la incidencia de muertes es 31 veces mayor en aquellos que no se vacunan, o 97% menos de mortalidad en vacunados frente a no vacunados.


En Estados Unidos también se valora por marca. Algo que obsesiona a muchos que en su vida preguntaron de que marca eran las vacunas que se ponían o ponían a sus hijos. En caso que se vacunaran, cosa ya rara en adultos. Se compara entre no vacunados vs las distintas marcas que hay en Estados Unidos. El hecho que apenas se pueda diferenciar las líneas, puede implicar que los intervalos de confianza, para mortalidad, también se solapan, por lo que no existiria diferencia para las distintas vacunas. Eso en este gráfico no se puede ver pero hay estudios que confirman lo que digo. Inclusive para una vacuna monodosis de Johnson & Johnson. 

 

 

Ahora veamos 3 curvas en Chile hasta la primer semana de enero.

👈 Las infecciones aumentaron en no vacunados (rosa), vacunados con dos dosis (verde) y tres dosis (celeste). Pero claramente vemos que la incidencia de casos sigue siendo mayor en los no vacunados.

Es probable que en este gráfico de infectados se comienze a ver la incidencia de la variante ómicron. Pero no lo podemos asegurar solo con ver esta gráfica.






👈 Las diferencias anteriores se hacen mucho más relevantes cuando se valora la incidencia de casos en unidades de cuidados intensivos (UCI). Arriba se vé en rosa lo diferente que es entre no vacunados (o con una dosis) frente a los que tienen tres dosis (en celeste).


 

 

 

 

 



Y finalmente otra curva de mortalidad, donde se observa lo mismo que en la curva de UCI, solo que la mortalidad suele aparecer diferida en relación al número de casos y en relación a la internación en UCI (se estima en un promedio de  17 días desde que se infecta hasta que se registra la muerte).

 

 

 

 

 

 

Este gráfico hasta dá pena, por lo feo, pero lo publico porque es de Argentina, y lo presentó en su cuenta de twitter la ministra Carla Vizzotti. Aparte de que interesa porque toma en cuenta la edad. Así se observa que la incidencia de mortalidad entre mayores de 50 no vacunados es de 233 vs 36 entre los que tienen dos dosis (en amarillo). O sea que los no vacunados tienen 6.5 veces más probabilidades de morir. O si se quiere, la efectividad de las vacunas sería de cerca del 87%. Aquí tampoco sirve para saber cuando se vacunaron, y menos para saber de cuando es. Pero sirve para graficar la idea de que las vacunas son efectivas. 

👈 Los gráficos del servicio de salud de Wisconsin son unos de mis favoritos. Justamente por lo "gráfico". Este es hasta el 15 de diciembre. En celeste los vacunados y en rojos los no vacunados. 

Luego agregan en cada columna otros "hombrecitos" con los internados y las muertes.(gráfico apto para redes sociales o discusiones bizantinas, por ejemplo cuando le dicen que las vacunas son "experimentales" usted le muestra el gráfico para callarlo, y aunque ni usted ni la otra persona cambiarán de idea, se sentirá satisfecho).

















Finalmente este del servicio de salud de Oregon.

En este caso son todos vacunados, y toma información hasta la semana pasada. Las infecciones en vacunados se llaman breakthrough. Y en este caso vemos que aumentaron a partir de la última semana de diciembre. Esto se debe a la  variante ómicron (lo sé porqué lo decía en el documento de donde lo saque, pero también se podía deducir por la fecha en que se obtuvo la información), demostrando que el escape inmunológico para infección es muy importante para esta variante, pero las curvas de abajo, que son internaciones y muertes, ni se han modificado aun. Lo que demuestre por enésima vez de que las vacunas funcionan para prevenir casos graves y mortalidad. 

Como decía al principio, todos estos gráficos provienen de datos poblacionales, y sin ningún ajuste. Por lo que algunos puede interpretarlo como simple correlación. Lo cual es cierto, pero esta correlación se mantiene en todos los países, por lo cual uno dice que también es consistente, y a la vez se logra observar una gran diferencia entre vacunados y no vacunados para efectos graves, que no puede ser explicada por la casualidad. Ni tampoco por ningún otro hecho que no sea el vacunar. La plausibilidad biológica también es otro criterio de causalidad para Bradford Hill.

Todos estos gráficos, y datos obviamente, son los que nos permiten decir que todavía las vacunas siguen siendo efectivas para reducir los casos graves y la mortalidad, pero se confirma lo que pensabamos sobre las infecciones, donde la efectividad ya había caído frente a la variante delta y mucho más frente a la variante ómicron.

Estos gráficos abundan en las redes, no son estrictamente académicos pero son útiles para disparar hipótesis que luego los estudios que leemos deberán corroborar o no. En cuanto a la reticencia vacunal sigue siendo un fenómeno más complejo que no se va a agotar al solo mostrar gráficos de efectividad, y como fenómeno complejo debe abordarse más seriamente que el poner un pase sanitario y liberar a la gente en las discos para que se contagien. Las conductas de los gobiernos generan mensajes. Y el que hemos visto estas semanas, cuanto menos sugieren una invitación al contagio. 

Referencias

1. 3 dosis llevan la efectividad frente a ómicron al 85-90%, y la efectividad para infección sintomática a un 70%.. Informe Reino Unido

2.  Johnson AG, Amin AB, Ali AR, et al. COVID-19 Incidence and Death Rates Among Unvaccinated and Fully Vaccinated Adults with and Without Booster Doses During Periods of Delta and Omicron Variant Emergence — 25 U.S. Jurisdictions, April 4–December 25, 2021. MMWR Morb Mortal Wkly Rep. ePub: 21 January 2022. DOI: http://dx.doi.org/10.15585/mmwr.mm7104e2

6 de enero de 2009

Fases de los estudios clinicos

Los estudios clínicos son ensayos para probar la eficacia de medicamentos, dispositivos y otras formas de tratamiento nuevos, así como aquellos ya aprobados. Muchos estudios clínicos buscan nuevas formas de detectar, diagnosticar o medir la extensión de una enfermedad. Algunos incluso estudian maneras de prevenir el surgimiento de enfermedades (vacunas). La labor de los investigadores aún se hace mediante humanos voluntarios para probar estos métodos, aplicando las mismas reglas. Se destaca que para que la investigación en humanos sea adecuada se deben ajustar a los lineamientos del Código de Nuremberg (vigente desde 1947, tras el fin de la Segunda Guerra).

Los estudios clínicos nos demuestran lo que funciona (y lo que no) en el campo de la medicina y la atención médica. Estos estudios ofrecen la mejor forma de aprender sobre lo que funciona en el tratamiento de las enfermedades. Los estudios clínicos están diseñados para responder tres cuestiones importantes:

  • Eficacia ¿Funciona en personas el nuevo tratamiento propuesto? En caso de que sí funcione, los médicos determinarán cuán bien lo hace. ¿Es mejor que los tratamientos que ya se usan actualmente? Si no es mejor, ¿es igual de eficaz y causa menos efectos secundarios? ¿O funciona en algunas personas que no responden a los tratamientos actuales?
  • Seguridad: ¿Es seguro el nuevo tratamiento? No existe tratamiento o procedimiento, incluso ninguno de los que se usan normalmente, que no conlleve un riesgo. Sin embargo, ¿son mayores los beneficios del nuevo tratamiento que los riesgos?
  • Criterio de no inferioridad: ¿Es el tratamiento mejor que el tratamiento convencional que se usa para la respectiva enfermedad? Los estudios clínicos ayudan a mostrar si un medicamento o tratamiento nuevo, o si una combinación nueva del tratamiento, resulta más eficaz que lo usado actualmente.

Estudios preclinicos (o de laboratorio)

Los estudios clínicos se realizan únicamente después de que los hallazgos en los estudios preclínicos hayan indicado que el tratamiento o medicamento nuevo podría ser seguro y que funcionará en las personas.

Los estudios preclínicos, también llamados estudios de laboratorio, incluyen:

  • Estudios celulares: son a menudo las primeras pruebas que se realizan para estudiar un nuevo tratamiento. Para determinar si pudiera ser eficaz, los investigadores analizan los efectos del nuevo tratamiento sobre células cancerosas que han crecido en una placa de laboratorio o en un tubo de ensayo. Puede que estos estudios se realicen en células cancerosas humanas o células cancerosas de animales.
  • Estudios en animales: los tratamientos que parecen ser prometedores en los estudios celulares son después probados sobre, por ejemplo, los cánceres de animales vivos. Esto proporciona a los investigadores una idea de qué tan seguro es el nuevo tratamiento en una criatura viviente.

Los estudios preclínicos proporcionan bastante información útil, pero no todo lo que es necesario saber. Los humanos y los ratones son diferentes en la forma en como absorben, procesan y desechan los medicamentos o tratamientos. Un tratamiento que funciona en un ratón puede que no funcione en las personas, y puede que en las personas surjan efectos secundarios y otros problemas que no se presentaron cuando el tratamiento se usó en ratones.

Estudios clinicos de fase 0

Aunque los estudios en fase 0 se hacen en humanos, el tipo de estudio que se hace en esta fase no es como el que se hace en las otras fases de los estudios clínicos. Los estudios en fase 0 puede que ayuden a los investigadores a determinar si los medicamentos actúan de la manera que ellos esperaban. Puede que esto ahorre el tiempo y el dinero en el que se incurrirían en fases posteriores del estudio.

Los estudios en fase 0 tienen emplean solamente dosis pequeñas de un medicamento nuevo en pocas personas. Podrían determinar si el medicamento alcanza el tumor, cómo actúa el medicamento en el cuerpo humano y cómo responde el organismo. Pudiera ser que las personas en estos estudios requieran someterse a pruebas adicionales, tales como biopsias, estudios por imágenes y análisis de sangre adicionales como parte de los procedimientos.

A diferencia de otras fases de los estudios clínicos, casi no hay probabilidad de que en la fase 0 las personas notarán algún beneficio. El beneficio se verá en otras personas más adelante. Y debido a que las dosis del medicamento son bajas, también el riesgo será menor entre los participantes.

Los estudios en fase 0 no se usan ampliamente, y hay algunos medicamentos para los cuales estos estudios no serían útiles. Los estudios en fase 0 son muy pequeños, a menudo con menos de 15 personas, y el medicamento se administra solamente por un tiempo breve. No conforman una parte requerida para probar un medicamento nuevo.

Estudios de fase I

Los estudios en fase I para un medicamento nuevo por lo general son el punto en los que por primera vez se involucra a personas. Los estudios en fase I son para determinar la dosis mayor que pueda darse de forma segura de un nuevo tratamiento sin causar efectos secundarios graves. Aunque el tratamiento se ha probado en el laboratorio y en estudios en animales, no siempre es posible predecir los efectos secundarios en las personas. Estos estudios también son útiles para decidir la mejor forma de administrar un nuevo tratamiento.

  • El primer grupo pequeño de personas en el estudio recibe una dosis baja del tratamiento y es observada minuciosamente. Si solo surgen efectos secundarios menores, el próximo grupo pequeño de participantes recibe una dosis más alta. Este proceso continúa hasta que los médicos encuentran la dosis más propensa a funcionar mientras se mantiene un nivel aceptable de efectos secundarios.
  • Los estudios en fase I también determinan el efecto que el medicamento tiene sobre el cuerpo.
  • La seguridad es la principal prioridad. El equipo de investigación realiza un seguimiento minucioso con los participantes y están al pendiente de cualquier efecto secundario grave. Debido al pequeño número de personas en los estudios en fase I, puede que los efectos secundarios que sean poco comunes no sean observados sino hasta después con más participantes.
  • Mientras puede que algunas personas se beneficien de participar en el estudio, la respuesta que el la enfermedad tiene ante el tratamiento no es el objetivo de la fase 1.
  • Los placebos (tratamientos inactivos) no forman parte en la fase 1 del estudio.
  • En los estudios de fase 1 incluye un número reducido de participantes (hasta una docena por lo general).
  • Los estudios de fase 1 la mayoría de las veces incluye a personas con distintos tipos de cáncer.
  • Estos estudios se llevan a cabo generalmente en centros importantes de atención de pacientes con cáncer.

Los estudios en fase 1 conllevan un potencial mayor de riesgo. aunque sí ha habido algunos pacientes que han llegado a beneficiarse. Para aquellas personas que tienen enfermedades que ponen la vida en peligro, es crucial sopesar los riesgos y los beneficios potenciales cuidadosamente. En ocasiones las personas optan por participar en la fase 1 de los estudios cuando todas las demás opciones actuales de tratamiento ya fueron probadas.

Estudios de fase II

Si en la fase 1 se determina que un tratamiento nuevo es seguro, entonces se procede con la fase 2 para determinar su eficacia. El beneficio que los médicos buscan depende de la meta del tratamiento. Esto puede que implique evidencia de que los sintomas o signos desaparezcan, que los mismos no hayan aumentado, o que se encuentre mejoria en la calidad de vida. Raramente encontramos estudios que evaluen una disminución de la mortalidad.

  • Un grupo entre 25 y 100 personas con igual enfermedad recibe el nuevo tratamiento. Se administra el tratamiento de acuerdo con la dosis y el método que se determinaron ser los más seguros y efectivos en la fase I del estudio.
  • Por lo general, en la fase II de los estudios todos reciben la misma dosis. No obstante, algunos estudios en fase II se asignan a personas de manera aleatoria a grupos con distintos tratamientos. En estos grupos puede que se administren distintas dosis o que el tratamiento se administre en distintas maneras para ver cuál ofrece el mejor balance de seguridad y eficacia.
  • Los placebos (tratamientos inactivos) no forman parte de los estudios clínicos en fase II.

En los estudios clínicos en fase II, grandes cantidades de pacientes reciben el tratamiento, pudiendo reducir el número de efectos secundarios que ocurren de manera común (es decir, la diversidad pudiera aumentar). Si suficientes pacientes se benefician del tratamiento y los efectos secundarios no fueron muy nocivos, entonces se procede con la fase III del estudio clínicos.

Estudios en fase III

Los tratamientos que han demostrado que funcionan en estudios clínicos de fase II por lo general tienen que superar exitosamente otra fase antes de que sean aprobados para su uso general. Los estudios clínicos en fase III comparan la seguridad y eficacia del nuevo tratamiento con el tratamiento estándar actual, de modo de asegurar que se cumple con el criterio de no inferioridad, es decir que el nuevo tratamiento es mejor o igual que el tratamiento existente. Cuando no existe ningún tratamiento farmacologico existente se suele utilizar placebo, aunque en la mayoria de los casos, aún con tratamiento existente se suele utilizar placebo y raramente se comparan contra un medicamento de su misma clase farmacologica (ej. enalapril vs rampril, o cualquier otro inhibidor de la enzima convertidora).

Debido a que los médicos aún no conocen cuál tratamiento es mejor, a menudo los participantes del estudio que van a recibir el tratamiento estándar y los que van a recibir el tratamiento nuevo se escogen al azar (asignación aleatoria). Cuando sea posible, tanto el doctor como el paciente desconocen cuál tratamiento es el que está recibiendo el paciente. Este tipo de estudio puede ser doble ciego, si el médico y el paciente no saben que se le ha administrado. La realización aleatoria y la ocultación de los procedimientos se detallan posteriormente.

  • La mayoría de los estudios clínicos en fase III incluyen un gran número de participantes, al menos varios cientos.
  • Por lo general estos estudios se llevan a cabo en varios lugares a un mismo tiempo.
  • Estos estudios suelen tomar más tiempo que los estudios en las fases I y II.
  • Puede que se incluyan placebos en los estudios en fase III, pero nunca se usan solos si hay disponible un tratamiento que funciona. En ocasiones, una persona que haya aleatoriamente sido asignada para recibir un placebo como participante de un estudio en algún punto también recibirá el tratamiento convencional. Por ello es importante que el análisis estadistico se haya realizado por intención de tratar.

Al igual que con las otras fases de los estudios clínicos, los pacientes son examinados minuciosamente para identificar efectos secundarios y en caso de que sean muy problemáticos de controlar, se procede con descontinuar la realización del estudio.

Ensayos de Fase IV

También conocidos como de post-comercialización. El tratamiento ya está siendo comercializado, y se evalua la efectividad en el mundo real del mismo. Estos estudios también son conocidos como Real World Evidence. Estos estudios suelen ser observacionales, y evaluan como funciona el nuevo tratamiento en circunstancias reales, y no controladas como en la fase III. Estos estudios suelen tomar una mayor cantidad de persona. Permite también ajustar los efectos adversos a los que se habian observado en las fases anteriores, y evaluar mejor su incidencia frente a los reportes de farmacovigilancia. Ejemplo de esto pueden ser los estudios de cohorte que miden si una población vacunada se ha enfermado, internado o muerto menos que el control. Donde el control serán los no vacunados de la misma población: 

En los estudios de efectividad, las variables que aparecian controladas en un estudio de fase 3, aqui no lo están. En este caso particular, era relevante conocer cual era la efectividad en el mundo real, ya que en los estudios de eficacia esta vacuna habia tenido un rendimiento que oscilaba entre el 51% y el 83%, en dos estudios diferentes que se habian realizado en Brasil y Turquia, respectivamente. Con el tamaño de la población estudiada en Chile, dificilmente los investigadores puedan haberse equivocado. Toda variación de estos resultados solo es posible si el estudio se realizara en un contexto diferente. Por ejemplo con la presencia de otra variante del virus, o bien al año de haberse vacunado, o en un subgrupo especifico, como mayores de 70 años o en inmunosuprimidos. 

Otro ejemplo podria ser una droga antihipertensiva que se sabe que disminuye la tensión arterial, pero en la práctica no demuestra disminuir la mortalidad o los eventos mayores cardiovasculares (MACE o Major Cardiovascular Events). 

O bien un medicamento de alta eficacia que muestra un efecto adverso de tal frecuencia o gravedad que anula los beneficios obtenidos, ejemplo de esto último es el rofecoxib, un analgésico no AINE, que fue retirado del mercado por su fabricante en 2004 ante la evidencia de que aumentaba el riesgo cardiovascular, y que dió lugar a juicios millonarios en algunos paises. En este caso la evidencia no solo provenia de informes de farmacovigilancia, sino también de al menos un metanálisis publicado

Diccionario de ensayos clínicos (en inglés).