16 de mayo de 2022

La era de las subvariantes de Ómicron

En  varias provincias de Argentina y en otros países se ha limitado el número de testeos a personas mayores de 60 años sintomáticas y embarazadas. Esto da lugar a que los reportes de casos se encuentren subestimados, y el crecimiento en este grupo etario es solo una muestra de lo que realmente está sucediendo en la población general. Aun así sirve como indicador el hecho de que los casos se han incrementado durante las últimas dos semanas y también se ha incrementado la solicitud de vacunación de dosis de refuerzo. Estos hechos se dan luego de casi tres meses de calma desde el final de la etapa más álgida de la infección con la variante de ómicron BA.1. 

En la última semana se reportaron 4856 casos en promedio diarios, un 93% más que el reporte semanal anterior y afortunadamente menos muertes. Es decir que se superó la incidencia de 100 casos por millón, luego de una calma de al menos dos meses, pero recordemos que en marzo los casos iban bajando, lo que generaba mejores expectativas. En Estados Unidos ya se reportan 90 mil casos diarios, pero algunos estiman que pueden ser más de 500 mil, esta vez impulsado por la variante BA.1.12.1 que ya es responsable de al menos el 43% de los casos.

De esta manera, aunque no podamos saber el número de casos aun podemos detectar la variación en la incidencia de casos. El hecho de que aumenten los casos pero no aumenten la internación o las muertes, es una buena señal de que la alta cobertura en vacunación (87% con dos dosis) hace su efecto. Los gobiernos y la prensa se centran en que no se colapse el sistema hospitalario, como si la amenaza a los sistemas de atención primaria fueran problemas de otros países.

Proyecto PAIS, una organización que se dedica a la secuenciación genómica de las variantes, ha encontrado que en CABA, durante el mes de abril de 2022, un 87% de las muestras ya pertenecen a la subvariante de ómicron BA.2 y también durante mayo de 2022 han encontrado casos de BA.4 y BA.2.12.1.
              
El 13 de abril el Departamento de Salud del Estado de New York hizo saber que dos subvariantes, llamadas BA.2.12 y BA.2.12.1, representaban más del 80 por ciento de los casos nuevos en marzo y en abril más del 90 por ciento de los casos.  

Las autoridades de New York estimaron una ventaja de crecimiento del 23 % al 27 % por encima de subvariante BA.2 original.


También en abril ya se habían hecho dominante en Sudáfrica dos subvariantes de ómicron BA.4 y BA.5

 









Aunque la observación de estas subvariantes es continua la mayor diferencia parece ser que las nuevas subvariantes son cada vez más contagiosas y como ya sabemos la protección con dos dosis de cualquier vacuna Covid-19 es casi nula frente a la infección por ómicron y moderada frente a la hospitalización, por lo que realmente necesitamos tres dosis. Eric Topol resumió esto en este cuadro:

 
Aun así el Centro de Control de Enfermedades de Europa a calificado a las subvariantes BA.4 y BA.5 como de preocupación, y ha pedido a la OMS que haga lo mismo.

Con las nuevas subvariantes sigue latente el peligro de que no se logre la inmunidad cruzada ni siquiera con la variante original de ómicron (BA.1) y por ende menor inmunidad natural pero también menor inmunidad en las nuevas vacunas que aparecerán en unos meses basadas en esa subvariante de ómicron.

Pero además de la potencial inutilidad de la inmunidad lo que preocupa es que sigan apareciendo subvariantes y cada vez con mayor capacidad de contagio. Varios plantean ya que deben considerarse por sí solas variantes de preocupación y asignarles un nombre.

Con muy pocos datos el consenso es que incluso las reinfecciones que eran raras (menor al 1%) en los primeros dos años de la pandemia, ahora son mucho más frecuentes y en pacientes inmunocompetentes.

Aun cuando la vacunación está haciendo un excelente trabajo sobre casos graves y la mortalidad, es un hecho que la inmunidad se desvanece, y eso puede ser una pésima noticia para aquellos con más riesgo de enfermar gravemente (inmunodeprimidos, mayores de 65 años y personas con comorbilidades), como también se desvanece el entusiasmo de todos por vacunarse reiteradamente, esto era previsible.

En palabras de Eric Topol: "tenemos un panorama muy desfavorable de: (1) evolución acelerada del virus; (2) aumento del escape inmunitario de nuevas variantes; (2) transmisibilidad e infecciosidad progresivamente más altas; (4) sustancialmente menos protección contra la transmisión por vacunas y refuerzos; (5) alguna reducción en la protección de la vacuna/refuerzo contra la hospitalización y la muerte; (6) alta vulnerabilidad solo por inmunidad adquirida por infección; y (7) probabilidad de nuevas variantes más nocivas en los próximos meses".

Una mención aparte son los tratamientos. La variante ómicron BA.1 hizo inútil a todos los anticuerpos monoclonales menos al sotrovimab, pero la variante BA.2 también acabó con su eficacia, con lo que el único que permanece en pie es el Paxlovid.

Paxlovid tampoco está accesible en la Argentina aun, y es probable que por mucho tiempo, y aun cuando todavía no existen datos de la vida real se ha sumado la resistencia al medicamento en un grupo muy pequeño de pacientes que estuvo expuesto previamente al remdesivir. Mientras que en otro grupo de pacientes, no más del 2% también se ha visto un rebote de la infección tras los 5 días de tratamiento. Por lo que ya tenemos un primera resistencia al medicamento. 

Ya con la variante delta pensaba que tres dosis eran necesarias para una inmunidad adecuada, lo cierto es que con ómicron la efectividad para disminuir la hospitalización luego de 2 dosis está por debajo del 35% a los 6 meses y se recupera en un 80 al 95% con la dosis adicional.  Esto es fundamental sobre todo en pacientes mayores de 50 años, que representan el 92% de las internaciones que se sucedieron en Estados Unidos. Topol destaca esto como que ya ni pensamos en "Cero Covid" sino que estamos en la pelea del "Cero muerte por Covid", sin duda una caída de las expectativas. 

Aun con el sesgo de que los testeos se han limitado a grupos específicos el número de casos sigue avanzando y también ha crecido mucho la aplicación de las dosis de refuerzo, que siempre suelen activarse durante las olas del Covid-19. Hasta hace 3 semanas cuando se contaban por separados las dosis de refuerzo, un 42% de la población había recibido la tercer dosis. Hoy ya no podemos saberlo.

Aunque nadie presta demasiada atención a los números en sí, y probablemente porque la ola del verano con la variante ómicron BA.1 nos ha hecho perder en mucho la perspectiva. Pero lo que sucedió en el verano esperamos que sea un hecho excepcional y que no vuelva a repetirse. Aunque se habla de la benignidad de ómicron esa ola infectó al menos a 4.5 millones de personas y mató a otras 11 mil. Sin contar los casos de Covid persistente, el estrés sanitario y que dio lugar a nuevas subvariantes.

La sensación parece indicar que estamos al comienzo de una nueva ola de ómicron, pero con su subvariante BA.2, aunque por ahora limitada al área metropolitana de Buenos Aires, es probable que extienda al resto del país favorecido por las bajas temperaturas, y por que las medidas como ventilación o mascarilla no se promueven y hasta son mal vistas por algunos que quieren creer que la pandemia terminó.

Es imposible estimar la magnitud de una cuarta ola y mucho más difícil será cuantificarla sin las herramientas de las que disponíamos apenas 3 meses atrás. Los centros de testeos se han desarmado en la mayoría de los países.

Con los datos de la semana anterior se supera la incidencia de casos que había el 21 de diciembre pasado, cuando ya comenzaba la tercer ola. Por la experiencia en otros países no parece que tengamos que esperar un crecimiento exponencial como vimos, y realmente es muy difícil que se llegue a ver una cantidad de casos de la magnitud que vimos en el verano, ya sea porque sean menos o porque no se cuenten. Pero eso es una opinión, o hasta quizás un deseo.

Artículos relacionados

Referencias

1. . Alerta del Departamento de Salud del Estado de New York.

2. Sensitivity of novel SARS-CoV-2 Omicron subvariants, BA.2.11, BA.2.12.1, BA.4 and BA.5 to therapeutic monoclonal antibodies
Daichi Yamasoba, Yusuke Kosugi, Izumi Kimura, Shigeru Fujita, Keiya Uriu, Jumpei Ito, Kei Sato, The Genotype to Phenotype Japan (G2P-Japan) Consortium.  

 3. Datos del Ministerio de Salud, reportados por Coronavirus Argentina


5. Marks P, Woodcock J, Califf R. COVID-19 Vaccination—Becoming Part of the New NormalJAMA. Published online May 02, 2022. doi:10.1001/jama.2022.7469

4. La inmunidad celular se preserva con dos y tres dosis frente a ómicron: Jung, M.K., Jeong, S.D., Noh, J.Y. et al. BNT162b2-induced memory T cells respond to the Omicron variant with preserved polyfunctionalityNat Microbiol (2022). https://doi.org/10.1038/s41564-022-01123-x

5. Escasa inmunidad cruzada en las reinfecciones con ómicron Suryawanshi, R.K., Chen, I.P., Ma, T. et al. Limited cross-variant immunity from SARS-CoV-2 Omicron without vaccination. Nature (2022). https://doi.org/10.1038/s41586-022-04865-0

6. Mayor escape inmunológico de BA.2.12.1 y BA.4 BA.5 frente a la inmunidad natural o por vacunas Neutralization Escape by the SARS-CoV-2 Omicron Variants BA.2.12.1 and BA.4/BA.5.  Nicole Hachmann, Jessica Miller, Ai-ris Collier, John Ventura, Jingyou Yu, Marjorie Rowe, Esther Bondzie, Olivia Powers, Nehalee Surve, Kevin Hall, Dan H. Barouch. 

7. BA.5 en Dinamarca Hansen, C. H., Friis, N. U., Bager, P., Stegger, M., Fonager, J., Fomsgaard, A., Gram, M. A., Engbo Christiansen, L., Ethelberg, S., Legarth, R., Grove Krause, T., Ullum, H., & Valentiner-Branth, P. (2022). Risk of reinfection, vaccine protection, and severity of infection with the BA.5 omicron subvariant: A danish nation-wide population-based study. SSRN Electronic Journal. https://doi.org/10.2139/ssrn.4165630


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