Una induración de 5 milímetros o más se considera una reacción positiva en las personas que:
-Tienen el VIH
–Han tenido un contacto reciente con otra persona con enfermedad infecciosa de tuberculosis
-Tengan hallazgos de radiografía de tórax que parezcan indicar que tuvieron la enfermedad de tuberculosis previamente
-Tengan un trasplante de órgano
-Estén inmunodeprimidas por otros motivos (p. ej., por terapia prolongada con corticosteroides con dosis mayores a 15 mg de prednisona al día o que estén tomando antagonistas del TNFa)
Una induración de 10 milímetros o mayor se considera una reacción positiva en las personas que:
-Nacieron en países donde la tuberculosis es común.
-Abusan de las drogas
-Trabajan en laboratorios de microbacteriología
-Viven o trabajan en entornos de alto riesgo compartidos por muchas personas (p. ej., hogares de ancianos, refugios para personas sin hogar o centros correccionales)
-Tienen ciertas afecciones que las ponen en alto riesgo de contraer la tuberculosis (p. ej., silicosis, diabetes mellitus, enfermedad renal grave, ciertos tipos de cáncer y ciertas afecciones intestinales)
-Tienen bajo peso corporal (menos de 90 % del peso corporal ideal)
-Tienen menos de 5 años de edad
-Se trata de un bebé, niño o adolescente con exposición a un adulto de las categorías de alto riesgo.
La
mayoría de las personas pueden hacerse la prueba de la tuberculina. La
prueba cutánea es el método de detección recomendado para los niños
menores de 5 años. Cabe notar que, según las recomendaciones de la
Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés), en
los niños de 2 años y mayores se puede usar la prueba cutánea o la de
sangre (prueba de liberación de interferón gamma [IGRA]). En el caso de
los niños vacunados con la BCG, se prefiere la prueba en sangre para
evitar los falsos positivos cuando esta prueba está accesible. Aunque esto es muy infrecuente.
La prueba cutánea de la tuberculina está contraindicada solamente en las personas que hayan tenido una reacción grave a esta prueba en el pasado (p. ej., necrosis, ampollas, choque anafiláctico o ulceraciones). No está contraindicada en ninguna otra persona, incluidos los bebés, los niños, las mujeres embarazadas y las personas con el VIH. Sin embargo, para las personas vacunadas contra la tuberculosis con la BCG se prefiere la prueba en sangre.
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