Antonio Berni fue un pintor rosarino, muy conocido por su obra "Manifestación y desocupación", presentada en 1934. Esta obra se encuentra hoy en el museo de Bellas Artes, en Buenos Aires, y es considerada como un exponente de la corriente del "nuevo realismo".
Berni la pinta tras el comienzo de la gran depresión económica en Estados Unidos y que impactó al mundo. A la vez que crecían los movimientos fascistas en Italia y los Nazis tomaban el poder en Alemania. Por su parte en Argentina era la "década infame" tras la caída del gobierno popular de Hipólito Irigoyen en 1930.
Este cuadro refleja la angustia y soledad de una clase trabajadora dentro de un país en vías de un proceso de industrialización, y aunque se había firmado la ley de 8 horas de trabajo todavía no se había generalizado su aplicación.
El hecho de que la revuelta haya sido en Estados Unidos y reivindicada inicialmente por anarquistas y socialistas, fue la excusa para que el presidente Grover Cleveland instaurara el día del trabajador al primer día de septiembre, "para evitar desórdenes". Se eligió ese día por que en Toronto (Canadá) ya se festejaba en ese día.
En Argentina hubo manifestaciones a favor de la jornada laboral de 8 horas, como en enero de 1919, que fueron reprimidas violentamente y terminó con la muerte de cientos de personas y se conoce como "la semana trágica".
Luego de 1945 los movimientos sindicales tanto anarquistas como socialistas de Argentina se fundieron en Argentina dentro de otro movimiento nacional como fue el peronismo, quien consolidaría la ley de 8 horas de trabajo promulgada por el radicalismo.
Ricardo Carpani, desde la izquierda del movimiento peronista, expresó ya en la segunda mitad del siglo XX, la lucha de los reclamos obreros. Su obra puede verse en murales dentro de distintos sindicatos argentinos, así como en la misma sede de la Confederación General de los Trabajadores de Argentina (CGT).
Aunque su estilo es más duro, hasta a veces violento, lo que intenta reflejar es el sentido de esas luchas obreras ya dentro de un país industrializado como lo era Argentina en la segunda mitad del siglo pasado.
La celebración del 1° de mayo ya hoy ha sido institucionalizada en casi todos los países del mundo, aunque la mayoría sigue desconociendo el trágico origen que se conmemora. Millones de personas en distintas partes del mundo se suelen reunir en plazas o lugares emblemáticos de las ciudades, pero esta vez para reclamar por nuevas reivindicaciones, o simplemente celebrar.
La jornada laboral de 8 horas ha sido uno de los hitos más importantes en la salud de las personas, junto con las inmunizaciones o la provisión de agua potable. Increíblemente, a más de 130 años después de esa revuelta, las jornadas laborales de muchos médicos y enfermeras en el mundo se prolonga más allá de las 12 o 24 horas de trabajo, y en pleno siglo XXI.
...que el trabajo no sea el precio que se paga por ser hombre, sino un modo de amar y de ayudar al mundo a ser mejor. Thiago de Mello
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