15 de diciembre de 2022

Pronóstico de la miocarditis inducida por vacunas vs producida por infección viral

Un estudio retrospectivo comparó los resultados a corto plazo después de la miocarditis relacionada con la vacuna mRNA COVID-19 con los de la miocarditis relacionada con la infección viral. Los autores encontraron que la miocarditis debida a la vacunación de mRNA COVID-19 se asoció con un riesgo de mortalidad más bajo que la miocarditis debida a una infección viral (HR, 0,08).

Estos hallazgos sugieren que la miocarditis después de la vacunación con ARNm puede estar asociada con un mejor pronóstico. Los estudios grandes con diversas cohortes deben investigar más a fondo el pronóstico de las secuelas cardiovasculares posteriores a la vacunación en comparación con los eventos adversos asociados con la infección por COVID-19.

Los médicos de atención primaria cuando escuchan miocarditis, a menudo piensan en malos resultados. Aun así se han publicado varios artículos sobre la gravedad, o no, de la miocarditis producidas por las vacunas contra Covid-19.

Un estudio comparativo exhaustivo de Hong Kong que evalúa el pronóstico de las personas con miocarditis, provocada por una infección viral o por la vacunación con ARNm de COVID-19, ayuda a poner en perspectiva los resultados inducidos por la vacuna. Registros de 762 casos de presunta miocarditis inducida por virus que ocurrieron antes de la aparición de COVID-19 (1/1/2000–31/12/2019) y 104 casos que ocurrieron dentro de los 28 días posteriores a la recepción de la vacuna de ARNm (6/3/2021– 31/03/2022) fueron evaluados para resultados pronósticos. De manera similar a lo que hemos visto en los Estados Unidos, la miocarditis asociada con la vacuna de ARNm tendió a ocurrir en hombres más jóvenes y tuvo un curso leve y autolimitado. En general, la tasa de miocarditis después de la vacuna de ARNm fue de 2,6 casos por 100.000 (mucho menos que la observada para la vacuna contra la viruela que era de 56 por 100.000), y estos casos tuvieron tasas mucho más bajas de resultados significativos en comparación con una miocarditis asociada a una infección viral: miocardiopatía dilatada (73% menos), insuficiencia cardiaca (84% menos) y mortalidad (91% menos). La mayoría de los casos (65%) ocurrieron después de la segunda dosis.

Sin embargo, cabe destacar un número significativamente mayor de casos identificados en la cohorte de 2021 a 2022 (8 casos por mes) frente a la cohorte de 2000 a 2019 (control) (2 casos por mes) en Hong Kong. No se sabe si esto se debe a los niveles más altos absolutos o a los efectos de una mayor vigilancia. La conclusión es que las vacunas de ARNm COVID-19 están asociadas con casos raros de miocarditis. Cuando ocurre, la miocarditis asociada a la vacuna tiende a ser leve y autolimitada. Además, el riesgo de complicaciones cardíacas es significativamente mayor después de la infección por SARS-CoV-2 que después de la vacunación para hombres y mujeres de todas las edades.

La mayor incidencia de miocarditis/pericarditis se ha observado en varones de entre 16 y 30 años tras la segunda dosis de una vacuna de Moderna, que tiene una incidencia de este evento mayor a la de la vacuna de Pfizer (que es la que se aplicó en Hong Kong) y el artículo no revela si se realizó un ajuste por edad y por fabricante de la vacuna para poder extrapolar los resultados. 

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